La Policía de Bolivia ha rescatado a un niño de 13 años que fue secuestrado por una deuda de drogas, llamando la atención sobre un crimen que es probable que aumente a medida que el crimen organizado transnacional se expande y echa raíces en ese país.
El 2 de noviembre, cuatro hombres vestidos como oficiales de policía sacaron al adolescente de su casa en la ciudad de Cochabamba, informó la Jornada.
Al principio, los secuestradores exigieron US$30.000 a la familia del niño, pero en cuestión de horas aumentaron la suma del rescate exigiendo unos US$ 25.000 adicionals, señaló La Razón.
Después de que la familia contactara a la policía al día siguiente, los agentes detuvieron a tres hombres y los acusaron de tomar al niño, quien fue rescatado de una casa cercana, donde fue encontrado con los ojos vendados y con las manos y los pies encadenados.
Según la policía, uno de los sospechosos dijo que el niño era hijo de un narcotraficante y que el dinero era para saldar una deuda que él tenía con los empleadores de los secuestradores.
Análisis de InSight Crime
Es una práctica común en el hampa tomar como rehenes a los familiares de los narcotraficantes para resolver disputas sobre pagos. Este no es el primer caso en Bolivia, y con grupos transnacionales del crimen organizado buscando aumentar su influencia en el país, es probable que se convierta en un suceso más común.
Sin embargo, no es el único tipo de secuestro visto en Bolivia, vinculado a la migración criminal. En los últimos meses, la policía desmanteló una banda de secuestradores que involucraba a ocho bolivianos y a seis colombianos, y operaba en Santa Cruz.
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Los grupos criminales colombianos son conocidos por ser particularmente predominantes en el mundo criminal de Bolivia, y no es de extrañar que algunos podrían optar por utilizar las habilidades perfeccionadas en Colombia en territorios nuevos y menos preparados. Las pandillas colombianas de secuestradores ya operan en el extranjero, y Venezuela es un destino particularmente favorito.
Si bien aún no han habido suficientes casos para identificar esto como parte de una tendencia más amplia, los secuestros son, evidentemente, una preocupación creciente para las autoridades. A principios de semana, la policía puso en marcha un nuevo escuadrón especializado antisecuestro y antiextorsión, que operará en una zona central del narcotráfico del país: Santa Cruz.