En un caso histórico, Honduras y Estados Unidos han colaborado en la extradición y condena de un miembro del infame clan de drogas de los Valle. Sin embargo, no es seguro si este tipo de cooperación continuará en el futuro.
José Inocente Valle y su esposa, Marlen Griselda Amaya, se declararon culpables de cargos de narcotráfico en una corte de Estados Unidos, informó La Prensa. La pareja fue condenada a 10 y 6 años de prisión, respectivamente.
Inocente Valle y su esposa recibieron sentencias reducidas como parte de un acuerdo con funcionarios de Estados Unidos, según dijo su abogado, Omar Dubón. "Eso no significa que ellos van a delatar personas, sino que van a entregar rutas [de narcotráfico]", agregó Dubón.
Según Dubón, la sentencia de Inocente Valle también se relaciona con su papel secundario en las operaciones de narcotráfico de los Valle.
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Los hermanos de Inocente Valle, Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle Valle, también se declararían culpables en los tribunales estadounidenses este 14 de enero, informó El Libertador.
Análisis de InSight Crime
La captura y la extradición de los hermanos Valle marcan un nuevo nivel de cooperación entre Honduras y Estados Unidos. A diferencia de países como Colombia, hasta hace poco Honduras no extraditaba presuntos criminales a Estados Unidos como parte de su política de drogas. Sin embargo, los hermanos Valle fueron capturados a finales de 2014, extraditados poco después, y es probable que todos sean sentenciados a principios de 2016.
El relativamente corto período de tiempo durante el cual al parecer los Valle permanecerán en custodia de Estados Unidos antes de ser condenados podría tener varias implicaciones importantes. En primer lugar, les podría facilitar a las autoridades estadounidenses tomar medidas a corto plazo, con base en la inteligencia que los Valle le proporcionen a Estados Unidos sobre el narcotráfico en Centroamérica. Durante su apogeo, los Valle fueron actores centrales en el comercio de las drogas en la región, especialmente en el oeste de Honduras. El grupo hizo que muchos funcionarios locales incurrieran en conductas corruptas, y se cree que también trabajaron con el poderoso grupo mexicano Cartel de Sinaloa.
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Aunque Dubón dijo que Inocente Valle no mencionó ningún nombre, las élites hondureñas que cooperaron con los Valles pueden tener razones para estar preocupadas, especialmente si los hermanos de Inocente Valle también deciden cooperar.
Aunque ésta parece ser una victoria contra el crimen organizado en el corto plazo, aún no se sabe si este nivel de cooperación entre Honduras y Estados Unidos continuará durante 2016. Podría ser que casos como el de los Valle —o el de la influyente familia Rosenthal— sean eventos aislados, en lugar de representar el principio de una cadena de investigaciones similares.