Un narcotraficante de Nicaragua recientemente capturado ha acusado al peso pesado de la política sandinista, Edén Pastora, de poner un precio a su vida, que de ser cierto, ofrecería una prueba más de que el gobierno de Nicaragua aún mantiene poder sobre el crimen organizado en la mayoría de las regiones.
Agustín Reyes Aragón, el líder del grupo narcotraficante de Nicaragua, los Tarzanes, fue capturado en Costa Rica el 12 de junio como parte de un operativo policial dirigido a la red de tráfico de drogas cerca a la frontera con Nicaragua. Poco después de su captura, Reyes presuntamente rogó a las autoridades costarricenses que no lo enviaran a Nicaragua, alegando que Pastora había pagado a sicarios alrededor de US$3.600 para matarlo, informó Diario Extra.
Según los informes, Pastora puso un precio a la vida de Reyes después de que el líder de los Tarzanes reportara a las autoridades gubernamentales en 2010 irregularidades relacionadas con Isla Calero -que formaba parte de un territorio en disputa en la frontera entre Nicaragua y Costa Rica.
En ese entonces, Pastora era el funcionario del gobierno encargado del dragado del río San Juan a lo largo de la región fronteriza, una actividad que Costa Rica denunció estaba causando daños ambientales a un humedal protegido. Reyes Aragón es presuntamente una parte clave del caso, pues informó de la presencia de las fuerzas de seguridad nicaragüenses en una propiedad suya en la zona en disputa, a la que se suponía que ninguno de estos países podía entrar hasta que ésta se resolviera.
Análisis de InSight Crime
El informe de Reyes sobre la presencia ilegal de las fuerzas de seguridad nicaragüenses probablemente tenía menos que ver con su preocupación por el medio ambiente o con la soberanía de Costa Rica, que con la red de tráfico de drogas que él dirigía desde Isla Calero. Después de que el caso fue a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en 2013, el tribunal emitió un veredicto que concedía Isla Calero a Costa Rica. Esto permitió a Reyes continuar sus operaciones fuera de la jurisdicción de las fuerzas de seguridad de Nicaragua, que habían emitido una orden para su arresto.
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Sin embargo, al haber presentado la queja, se llevó a sí mismo a un conflicto con una figura de gobierno extremadamente poderosa -un movimiento imprudente en un país donde las autoridades todavía están en ventaja sobre los criminales en la mayoría de las regiones.
Edén Pastora fue un legendario líder guerrillero del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua, conocido como "Comandante Cero", que se convirtió en viceministro de Interior cuando los guerrilleros derrocaron la dictadura de Anastasio Somoza en 1979.
Pastora estuvo muy involucrado en la disputa territorial con Costa Rica, e incluso se convirtió en objeto de una orden de arresto internacional emitida por Interpol a petición del gobierno de Costa Rica a medida que las tensiones entre los dos países aumentaban.