Los narcotraficantes han comenzado a enviar cocaína desde Ecuador hacia Brasil, Chile y Perú, según las fuerzas armadas ecuatorianas, a medida que buscan evitar llamar la atención de la fuerza pública y sacar provecho de los crecientes mercados nacionales.
Fuentes en las fuerzas armadas dijeron al diario La Hora que, mientras los narcotraficantes han movido tradicionalmente el producto directamente desde Ecuador hacia Estados Unidos o Europa, los contrabandistas han diversificado sus rutas a través de Perú, Chile y Brasil, en respuesta al aumento de los esfuerzos antinarcóticos de las fuerzas de seguridad estatales. Los traficantes también han cambiado sus rutas de suministro para satisfacer la creciente demanda de drogas en Brasil.
Los narcotraficantes presuntamente operan principalmente desde puertos clandestinos en Manabí, Esmeraldas, Guayaquil y las Islas Galápagos.
Uno de los expertos consultados por La Hora sugiere que los traficantes pueden sólo estar trasladando pequeñas cantidades de drogas en lugar de grandes envíos a lo largo de estas nuevas rutas.
Análisis de InSight Crime
La diversificación de las rutas de narcotráfico a través de Ecuador probablemente está relacionada con la creciente importancia del país como epicentro para el tránsito de este comercio ilegal. En noviembre de 2012, la Dirección Nacional de Antinarcóticos de Ecuador informó que la droga incautada en el puerto más grande del país, en Guayaquil, pasó de una tonelada en 2010 a ocho toneladas en 2012. En diciembre, el ex jefe de la inteligencia militar de Ecuador, afirmó que el narcotráfico marítimo ha aumentado en un 90 por ciento en los últimos siete años, aunque él no citó la fuente de estas estadísticas.
Las nuevas rutas a través de Ecuador en parte reflejan las nuevas tendencias regionales en el consumo de drogas. De los tres países de destino identificados, Brasil es en la actualidad el mayor consumidor de crack y el segundo mayor consumidor de cocaína del mundo, mientras que Chile tiene la segunda tasa más alta de consumo de cocaína per cápita en la región. Ambos son también reconocidos puntos de envío de drogas que van hacia Europa, a menudo a través de África.
Se cree que las organizaciones narcotraficantes colombianas y mexicanas controlan la exportación internacional de cocaína desde Ecuador, mientras que los ecuatorianos juegan un papel más importante en el mercado interno de drogas.