Ochenta y cinco narcotraficantes, cuyas condenas fueron conmutadas por el ex Presidente Alan García de Perú, han sido nuevamente detenidos por cargos de drogas, cuestionando aún más las razones de sus liberaciones.
Los miembros del gobierno de García han estado bajo intensa presión, después de que una investigación por parte una "mega-comisión", especialmente formada en el congreso, revelara que 400 personas condenadas por delitos relacionados a las drogas recibieron indultos presidenciales o reducciones de condena durante la presidencia de García.
García y sus aliados defendieron su política diciendo que fue diseñada para reducir el hacinamiento en las cárceles, liberando a aquellos en el último peldaño del narcotráfico. No obstante, los arrestos realizados desde entonces muestran cómo muchos de los presos liberados inmediatamente volvieron al tráfico de drogas como miembros y dirigentes de operaciones del narcotráfico internacional, informó La República.
Entre los que fueron nuevamente arrestados había 50 extranjeros, que debieron haber dejado Perú luego de su liberación.
Análisis de InSight Crime
La noticia de los presos liberados que regresan a puestos de alto nivel en el narcotráfico, luego de las recientes acusaciones hechas por un traficante de drogas de alto nivel que dijo que las rebajas de penas estaban a la venta bajo la pasada administración, socava fatalmente el argumento de García de que la política de liberación temprana tuviera motivos humanitarios.
También suceden luego de declaraciones formuladas anteriormente en la misma semana en contra de García, con respecto a acuerdos inmobiliarios ilegales y de enriquecimiento personal, dando más pistas sobre la corrupción en su administración.
Sin embargo, García no es el único en este sentido, y la corrupción política en Perú es un problema que lleva ya bastante tiempo. De sus dos inmediatos predecesores, Alejandro Toledo también está enfrentando acusaciones de acuerdos corruptos de propiedad, mientras que Alberto Fujimori está en la cárcel, acusado de malversación de fondos y abusos contra los Derechos Humanos.
La posición de Perú como el principal exportador de cocaína del mundo, sin duda, juega un importante papel en esto. Mientras que el comercio de droga todavía no lleva al país la violencia de los mega carteles y las guerras de las drogas vistas en Colombia y México, parece haber corrompido totalmente algunas de las instituciones del país.