La destrucción de casi dos docenas de pistas de aterrizaje clandestinas en la región central de Perú sugiere que el narcotráfico aéreo está migrando de la zona cocalera del país, debido a la intensificación de los esfuerzos de interdicción.
El Ministerio del Interior de Perú anunció que la unidad antidrogas de la Policía Nacional destruyó 23 pistas de aterrizaje entre el 3 y el 7 de septiembre. Las pistas de aterrizaje se encontraban en seis municipios ubicados en las regiones de Pasco, Huánuco y Ucayali. (Vea el mapa de InSight Crime abajo).
Miembros de la policía aérea de Perú, agentes estatales especializados en la erradicación de coca ilegal y representantes de la Procuraduría General de la Nación también participaron en la operación como parte de un nuevo plan de seguridad de los primeros cien días del presidente Pedro Pablo Kuczynski en el cargo, cuyo mandato comenzó a finales de julio.
Los objetivos del plan, que consta de 29 puntos, se agrupan en cinco categorías: seguridad ciudadana, crimen organizado, corrupción, vigilancia policial y reformas institucionales.
Análisis de InSight Crime
El remoto valle selvático conocido como VRAEM ha sido tradicionalmente el principal centro de producción de cocaína en Perú, así como de los narcovuelos que salen del país. En sólo los primeros nueve meses de 2014, por ejemplo, las fuerzas de seguridad peruanas destruyeron 185 pistas de aterrizaje clandestinas en la región de VRAEM. Un experto en seguridad le dijo a InSight Crime en 2014 que alrededor del 90% de las 200 toneladas de cocaína que se producen en el VRAEM cada año salen del país por aire, despegando de rústicas pistas ocultas en la selva peruana.
Pero la destrucción de casi dos docenas de pistas de aterrizaje al norte del VRAEM sugiere que esta situación puede estar empezando a cambiar. En mayo de 2016, el director de la policía antidroga de Perú, conocida como DIRANDRO, dijo que actualmente la mayor parte de la cocaína sale del VRAEM por tierra, dado que desde el año pasado entró en vigencia una ley que permite el derribo de narcovuelos. La continua destrucción de pistas de aterrizaje clandestinas también les ha hecho cada vez más difícil a los traficantes de cocaína exportar su producto utilizando aviones. Los analistas de seguridad dicen que el aumento de las operaciones antidroga en el VRAEM pudo haber hecho que los narcovuelos se desplazaran a zonas como el distrito de Masisea en Ucayali.
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Además de que en esa región hay menos presiones de los organismos de seguridad, los narcotraficantes de Ucayali tienen la posibilidad de enviar sus cargamentos de cocaína por el río Ucayali. Según un informe de 2015 sobre los cultivos de coca en Perú, realizado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (pdf), las pistas de aterrizaje de la región se encuentran a lo largo de las orillas del Ucayali, lo cual las hace inutilizables cuando el río se inunda. Pero durante la temporada de lluvias los traficantes simplemente pueden transportar la droga por el río, que conecta con la Amazonia y finalmente llega a Brasil, el segundo consumidor de cocaína del mundo.
El evidente paso del VRAEM a Ucayali y otras regiones cercanas pone de relieve el limitado impacto a largo plazo que tiene la destrucción de pistas de aterrizaje clandestinas en el tráfico de drogas ilícitas. Construir nuevas pistas de aterrizaje es algo fácil, e incluso las que son destruidas pueden restaurarse fácilmente en unas 24 horas. Por otra parte, destruir pistas de aterrizaje tiene poco impacto en las ganancias que obtienen los grupos armados ilegales involucrados en el tráfico de cocaína en el país, pues los traficantes simplemente encuentran otras maneras de pasar los cargamentos de droga a través de las fronteras.