Un nuevo ejército guerrillero autoproclamado en el estado de Guerrero en México ha hecho un llamado a la creación de más grupos de autodefensa y a la liberación de los miembros del grupo encarcelados; la primera vez que los intentos se han hecho públicos para vincular al movimiento de autodefensa con la política radical.
Un grupo que se hace llamar las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Liberación del Pueblo (FAR-LP) anunció su formación a principios de esta semana con una declaración que invitaba a los mexicanos a "construir y organizar las autodefensa de los pueblos", informó El Informador.
El grupo pidió la liberación de todos los "presos políticos", entre ellos los miembros de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias- Policía Comunitaria, que supervisa los grupos de autodefensa en las regiones de Montaña y Costa Chica de Guerrero, informó Crónica.
El gobierno de Enrique Peña Nieto estaba librando una "guerra contra el pueblo", dijo el grupo, reprimiendo a aquellos que lucharon por los derechos humanos, así como los líderes estudiantiles, periodistas y ambientalistas, informó Europa Press.
Análisis de InSight Crime
La resistencia popular tiene una larga historia en Guerrero -CRAC-PC fue fundada en 1995, por ejemplo- y según el columnista mexicano Carlos Loret de Mola, inteligencia indica que las FAR-LP es una facción escindida del movimiento guerrillero mexicano de larga data, el Ejército Popular Revolucionario (EPR), que había sido acusado de confrontar a los grupos de traficantes de drogas dentro de la organización.
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Loret agregó que la crítica de las FAR-LP sobre las reformas educativas lo conectan con el movimiento disidente de profesores, que también se cree que tiene vínculos con el EPR.
No es una coincidencia que los grupos de autodefensa, que tienen el objetivo declarado de proteger a las poblaciones locales de la violencia frente a la ausencia de adecuadas fuerzas de seguridad del gobierno, hayan surgido con más fuerza en Guerrero y en Michoacán, que también tiene una historia de revueltas sociales. Pero el movimiento de autodefensas no ha estado previamente vinculado a las guerrillas mexicanas, sino todo lo contrario, con ellos siendo descritos como los precursores de los grupos paramilitares al estilo colombiano o acusados de estar en la nómina de los carteles.
Sin embargo, se ha mantenido la pregunta de si un movimiento político trataría de aprovechar el creciente poder e influencia de estos grupos, y los intentos por parte del nuevo movimiento guerrillero de asociarse ellos mismos con el movimiento de autodefensa, parece ser el primer intento visible para hacerlo.