El nuevo fiscal general de El Salvador declaró que la fiscalía puede haber sido infiltrada por personas ajenas, lo que pone de relieve el largo camino que tiene por delante para reparar la deteriorada institución que recibe.
El 19 de enero, el fiscal general Douglas Meléndez dijo a los periodistas que le inquietaba la penetración criminal de su oficina.
"Tenemos indicios de que podría existir una infiltración de personas ajenas que quieren incidir en la institución", fueron sus palabras según El Diario de Hoy.
No se refirió a ninguna parte de la oficina o a casos específicos, pero Meléndez añadió que las infiltraciones podían extenderse a las investigaciones en curso.
En la misma conferencia de prensa, Meléndez también señaló otras irregularidades en la institución, incluyendo el mal manejo financiero, la cantidad de casos represados de prestaciones sin pagar, y empleados fantasmas que reciben salario sin trabajar realmente para la institución.
El nuevo fiscal anunció una larga lista de 60 cambios que su despacho realizará en un esfuerzo por corregir el curso y enfrentar las tasas de criminalidad en el país, que también ha llegado a ser el más violento de la región.
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Meléndez fue investido el 5 de enero, después de un polémico debate, que se extendió durante meses, sobre el futuro de la Fiscalía General del país.
Sucede al exfiscal general Luis Martínez, quien fue acusado de corrupción.
Análisis de InSight Crime
En su ceremonia de investidura, Meléndez dejó en claro que la lucha contra la corrupción será su mayor prioridad. Las revelaciones más recientes sobre posibles infiltraciones pueden ser una señal de su disposición por lo menos a admitir que hay un problema.
La señal más clara de alguna iniciativa de limpieza en la Fiscalía General, sin embargo, será el manejo que los fiscales de a varias investigaciones de alto perfil por corrupción que hay en proceso, incluyendo las del exdirector del Instituto de la Seguridad Social de El Salvador, Leonel Flores, y el diputado Reynaldo López Cardoza.
Pese a las preocupaciones de que haya infiltración, Meléndez ha anunciado explícitamente que su oficina mantendrá las investigaciones sobre Flores y López Cardoza.
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Meléndez parece haber sido elegido, al menos en parte, por sus sólidas credenciales en la lucha contra la corrupción. En diciembre, se supo que varios legisladores estadounidenses habían intervenido en el debate del fiscal de El Salvador, en lo que se interpretó como un voto de falta de confianza en el entonces fiscal general Martínez, y urgieron al congreso salvadoreño a elegir un nuevo fiscal general que estuviera comprometido con encarar los problemas de corrupción y crimen organizado.
En términos más generales, la oleada de protestas y presiones contra la corrupción que se extendieron por Honduras y Guatemala en 2015, pueden haber reforzado la voluntad política para la elección de un nuevo fiscal general en El Salvador.