Las autoridades en el norte de México solicitarán mayor ayuda militar del gobierno central, frente a un reciente aumento de la violencia, a medida que aumentan las preocupaciones sobre la posibilidad de una nueva ola de violencia en la región, otrora controlada por los Zetas.
El Congreso de Nuevo León, con sede en la capital del estado, Monterrey, votó a favor de solicitar un despliegue adicional de infantes de marina y soldados luego de que una reducción del número de tropas fuera seguida por un aumento en la inseguridad. Según Juan Carlos Ruiz, del Partido Acción Nacional (PAN), crímenes como la extorsión y el homicidio han aumentado a medida que el crimen organizado se ha vuelto más activo, informó Vanguardia.
No obstante, el contralmirante Augusto Cruz Morales, secretario de Seguridad de Monterrey, dijo que se planeaba una mayor reducción de las tropas federales en la capital del estado como parte de una continua "reestructuración", señaló Proceso.
Mientras que algunas autoridades de Nuevo León insisten que la inseguridad no ha aumentado, una encuesta reciente encontró que el 84 por ciento de los residentes en el área metropolitana de Monterrey se sentían inseguros. Según funcionarios estatales, septiembre tuvo la tasa de homicidios mensual más baja desde 2010, pero en el mismo mes Terra informó una extorsión generalizada y la matanza de comerciantes locales.
Análisis de InSight Crime
Los Zetas le arrebataron el control de Monterrey al Cartel del Golfo en 2010, durante el primer año de su separación y la sangrienta lucha de poder que siguió. Sin embargo, a finales de 2012, el Cartel del Golfo había aprovechado la agitación en las filas de los Zetas –agravada por la muerte de su líder Heriberto Lazcano– y recuperó el control de gran parte del área metropolitana de Monterrey. A medida que los Zetas perdieron el control sobre la ciudad, las autoridades informaron de la disminución de los homicidios.
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Desde entonces, ambas organizaciones han perdido a sus altos mandos y se han fragmentado cada vez más. Miguel Ángel Treviño, alias "Z40", quien se hizo cargo de los Zetas tras la captura de Lazcano, fue detenido en julio de 2013. El jefe del Cartel del Golfo, Mario Ramírez Treviño, alias "X20", quien había consolidado el control de la organización al eliminar a su rival interno en enero, fue detenido en agosto.
Estas capturas han dado lugar a un vacío de poder en el norte de México, abriendo el camino para una nueva lucha por el control de este corredor del narcotráfico.
Es difícil de entrever si este vacío está causando la violencia en Monterrey. Oficialmente, ocurrieron sólo 540 homicidios entre enero y agosto de 2013, en comparación con 1.111 en el mismo periodo del año anterior, pero los medios han acusado al gobierno estatal de manipular las cifras para impulsar su imagen y Proceso informó que la violencia en Nuevo León comenzó a resurgir en agosto, pese a las afirmaciones del gobernador que señalaban lo contrario.