El Comando del Ejército autorizó a la policía civil, militar, de tránsito y a los bomberos la compra de pistolas calibre .45 para uso personal. La compra y la posesión de dichas armas, de alto impacto, había sido restringida a la policía federal. El Ejército dice que liberaron el uso de las armas, a petición de las agencias estatales de seguridad pública, pero no dijo cuáles eran estas instituciones.
Ligia Rechenberg, coordinador de la organización no gubernamental Sou da Paz, calificó de absurda la decisión. En general, la policía civil y militar llevan revólveres 38 o pistolas .40.
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