La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el primer tratado mundial de comercio de armas, que busca regular las transferencias transfronterizas de armas e impedir la venta de armas a los violadores de Derechos Humanos.
El Tratado sobre el Comercio de Armas, que fue aprobado abrumadoramente por la Asamblea General de la ONU el 2 de abril, establecerá normas para las transferencias transfronterizas de armas convencionales y requiere que los estados garanticen que las ventas transfronterizas de armas no proveerá armas para abusos de Derechos Humanos, terrorismo, o el crimen organizado, informó Reuters.
Irán, Siria y Corea del Norte fueron los únicos que votaron en contra. China y Rusia, los dos principales productores de armas, se abstuvieron, junto con otros 21 estados, incluyendo a los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de nuestra Américas (ALBA): Venezuela, Nicaragua, Cuba, Ecuador y Bolivia.
El Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), José Insulza, ha pedido a los estados miembros a ratificar el tratado.
Análisis de InSight Crime
El tratado no entrará en vigor hasta 90 días después de que por lo menos 50 estados signatarios lo hayan ratificado, un proceso que podría tardar dos o tres años.
El tratado tiene una larga historia de apoyo de muchos países de América Latina, en especial de Costa Rica, quien propuso el tratado a la Asamblea General. Brasil y México, los dos mayores exportadores de armas en América Latina, también han apoyado firmemente el acuerdo.
Por desgracia para América Latina, aunque Estados Unidos, un importante exportador de armas, firmó el tratado, es poco probable que sea ratificado por el Congreso. Como informó el New York Times, el cabildeo de las armas en Estados Unidos ha presionado con fuerza en contra del tratado, y sus perspectivas en el Senado son sombrías.