Las autoridades de España han acusado a 167 personas de 15 países por su presunta participación en una red de tráfico de drogas, ofreciendo información sobre los altos niveles de sofisticación y alcance transnacional de los grupos criminales que mueven drogas desde Suramérica hacia Europa.
En una de las mayores operaciones antinarcóticos que España haya visto, la Guardia Civil Española detuvo a 43 personas y acusó a 124 más que aún se encuentran en libertad. Entre ellas hay 88 colombianos, 36 españoles, 20 ecuatorianos, nueve dominicanos, y otras personas de toda Latinoamérica y de lugares tan lejanos como Marruecos, Rusia y Estados Unidos. Según la Guardia Civil Española, los líderes de la red estaban ubicados principalmente en Colombia, Venezuela, Perú, República Dominicana y Ecuador.
Durante las redadas, que fueron la culminación de una investigación de un año, la policía también incautó más de 62 kilos de cocaína, miles de euros en efectivo y cheques al portador, más de un millón de dólares en billetes falsos, armas y documentos de identidad falsos.
La red obtenía las drogas de Suramérica, luego las importaba a España utilizando una variedad de métodos, incluyendo "mulas" de drogas, contenedores marítimos, oculta en aviones y por medio de envíos postales. Para los envíos aéreos se apoyaron en los contactos corruptos en el aeropuerto de Madrid, quienes removían los envíos antes de que pasaran por la aduana. Después, la cocaína era enviada en vehículos especialmente adaptados, que distribuían las drogas en toda España o a otros países europeos.
La banda también empleaba un sistema complejo de operaciones financieras para lavar dinero y enviarlo a Suramérica. Estas operaciones involucraron principalmente el uso de compañías de transferencia de dinero y a ciudadanos colombianos, que a menudo no tenían conocimiento de que se estaban utilizando sus identidades. La red a menudo también pagó por los cargamentos de droga utilizando dólares falsos de Estados Unidos, dijo la Guardia Civil.
Análisis de InSight Crime
España es reconocida como una de los principales puertas de entrada de la cocaína que ingresa a Europa desde Latinoamérica, y se cree que los narcotraficantes colombianos son los principales actores que supervisan estas rutas.
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Sin embargo, la magnitud de la operación española para desmantelar esta red, ofrece una oportunidad poco común para ver las múltiples capas, operaciones complejas, y una vasta red de contactos internacionales necesarios para mover las drogas a través de los continentes.
Es muy poco probable que las 163 personas implicadas en el caso pertenezcan a una sola organización jerárquica. En cambio, parece que un grupo central de traficantes colombianos, principalmente, estaban coordinando las operaciones utilizando un conjunto de productores de drogas, contrabandistas, distribuidores y lavadores de dinero para entretejer una red transcontinental, conectando todas las etapas de la cadena del tráfico de drogas.