Las autoridades de Colombia han desmantelado una organización dedicada a proporcionar precursores químicos a los carteles mexicanos, ilustrando que el aumento de las restricciones sobre las ventas de productos químicos en un país puede conducir a un crecimiento del comercio criminal en otro.
La División de la Policía Antinarcóticos de Colombia arrestó a seis personas en redadas en las ciudades de Bogotá, Armenia y Bello, después de que una organización que importaba los químicos de efedrina y pseudoefedrina procedentes de China, India, Alemania y Rusia, fuera desmantelada tras una investigación de tres años, informó El Espectador.
El grupo utilizó una fábrica en Bogotá -aparentemente produciendo remedios para la gripa y el resfriado- como fachada para la importación de las sustancias químicas, las cuales eran enviadas después hacia México a través de Centroamérica, informó La Nación. Allí, se utilizaban para la producción de metanfetaminas destinadas a la venta en Estados Unidos.
El presunto líder del grupo y propietario de dos empresas ficticias utilizadas para llevar a cabo el crimen, Francisco Antonio Lugo Torres, fue uno de los seis detenidos, informó Semana. Según los informes, Lugo llegó a estar implicado en el tráfico en algún momento durante 2009 o 2010, después de haber sido contactado por un grupo criminal mexicano. Los productos químicos fueron enviados a Centroamérica escondidos dentro de envíos de vitaminas y almohadas para el cuello.
Análisis de InSight Crime
Los carteles mexicanos son los principales productores y distribuidores de metanfetamina en Latinoamérica, y es un negocio que parece estar expandiéndose -según el Informe de 2013 sobre la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos del Departamento de Estado, han aumentado los descubrimientos de laboratorios de metanfetamina en México, con 267 descubiertos en 2012, en comparación con 227 en 2011-.
No obstante, esta expansión se ha visto obstaculizada por la legislación que regula la venta y el movimiento de precursores químicos, especialmente pseudoefedrina, que desde 2008 ha estado muy controlada en México. Esto ha obligado a los grupos a buscar nuevas formas de adquirir el producto químico o nuevas formas de sintetizar las metanfetaminas.
China es la principal fuente de sustancias químicas y las autoridades mexicanas han continuado interceptando envíos masivos en los últimos años, a pesar de las regulaciones. Los carteles también han cambiado la fuente de abastecimiento de precursores y producción de metanfetamina, en parte, a Centroamérica, donde la regulación y la supervisión es más laxa.
En Colombia, la lucha contra los precursores químicos se ha centrado históricamente en la importación de sustancias utilizadas para procesar la hoja de coca en cocaína, dejando espacio para el crecimiento de organizaciones de exportación de precursores de metanfetamina, como la recientemente desmantelada. El caso es el primero en el que las autoridades han descubierto una red dedicada a los precursores de metanfetamina en Colombia, según el director de la policía antinarcóticos Ricardo Alberto Restrepo Londoño.