Una reciente encuesta indica que los panameños están más preocupados por la inseguridad que por cualquier otro problema, lo cual muestra que la disminución en la tasa de homicidios no es suficiente para convencer a la opinión pública de que todo va por buen camino.
Según una encuesta realizada recientemente por Dichter & Neira, el 30 por ciento de los panameños consideran que la inseguridad es el principal problema del país, informó Crítica. La inseguridad superó por un gran margen al desempleo (11 por ciento) y al alto costo de vida (11 por ciento), las otras respuestas más comunes.
Según Crítica, esta cifra representa un leve aumento frente a una encuesta realizada en mayo de este año, en la que sólo el 23 por ciento de los panameños afirmaron que la inseguridad era el problema más preocupante del país.
La encuesta fue publicada poco después de que se revelaran nuevas estadísticas que muestran que los homicidios en Panamá continúan reduciéndose: según la base de datos de crimen realizada por el gobierno, los homicidios disminuyeron cerca de 22 por ciento durante este año, en comparación con el mismo período de 2014. Sin embargo, en esa misma base de datos se muestra un incremento en la tasa de robos en el país, pues desde enero de 2015 se ha informado sobre 8.127 casos.
Análisis de InSight Crime
La encuesta realizada recientemente en Panamá ilustra que la reducción en las tasas de homicidios no es el único indicador que influye en la percepción pública sobre la inseguridad. En los últimos cinco años, Panamá ha obtenido logros indiscutibles en la reducción de la violencia: durante este periodo, la tasa de homicidios del país se ha reducido de manera sostenida, pasando de 23 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2009 a 15 homicidios por cada 100.000 habitantes en 2014. El ministro de Seguridad Pública de Panamá señaló que pretende finalizar 2015 con una tasa de homicidios de 9 personas por cada 100.000 habitantes.
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Una razón que podría explicar la discrepancia entre las crecientes percepciones de inseguridad pese a la disminución de la tasa de homicidios es la explosión de la actividad pandillera en Panamá. El número de pandillas que operan en Panamá se triplicó entre 2005 y 2010. Así mismo, existe evidencia de que las pandillas locales se están haciendo cada vez más sofisticadas y que incluso estarían manejando "oficinas de cobro"—un término colombiano usado para referirse a estructuras criminales más sofisticadas involucradas en el tráfico de drogas—. El presidente Juan Carlos Varela realizó recientemente un llamado a la ayuda internacional para combatir la creciente amenaza que representan las pandillas y el crimen organizado.
Por otra parte, es posible que las percepciones de inseguridad en Panamá no vayan al ritmo de los logros en la lucha contra el crimen y la violencia. Este fenómeno también se ha observado en México; mientras que en Ecuador, analistas de seguridad le han dicho a InSight Crime que las percepciones de inseguridad no se han reducido, a pesar de que en 2014 el país alcanzó su tasa de homicidios más baja en 20 años.