Un informe sobre las pandillas callejeras de Cuba refleja el panorama de su limitada pero activa presencia en La Habana, la capital del país, y su participación en la próspera industria de la prostitución en la isla.
En una rara mirada al crimen organizado en Cuba, CubaNet, una organización de noticias con sede en Miami, ha publicado un informe que observa a las pandillas en la capital del país, informando que éstas cobran a los prostitutos una cuota para poder operar en su territorio. Según el informe, la pandilla "Sangre por dolor” es una de las más grandes de La Habana, y es activa sobre todo en los sectores de la ciudad con hay altos índices de prostitución masculina. Según el artículo, la pandilla acosa y amenaza a los prostitutos que no pagan la cuota.
Las pandillas callejeras también operarían en otras partes de la ciudad, ganando dinero a partir del hurto y de los homicidios, según CubaNet.
En ocasiones, los inmigrantes que se trasladan de Cuba rural hacia La Habana –lo que los hace "ilegales" bajo la ley cubana- pueden terminar trabajando para las pandillas callejeras porque no tienen otra forma de obtener ingresos, informó la agencia de noticias.
Análisis de InSight Crime
A pesar de que el artículo está basado principalmente en evidencia anecdótica y sólo cita a tres fuentes, éste presenta una mirada poco común a la actividad de las pandillas callejeras en la isla. Teniendo en cuenta el estricto control del gobierno cubano sobre los medios de comunicación -en 2012, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) ubicó a Cuba en el noveno lugar entre los países más censurados del mundo- es inmensamente difícil encontrar informes sobre el crimen en la isla.
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Es posible que las pandillas hayan recurrido a actividades ilícitas como gravar la prostitución como fuente de ingresos, en parte debido a la política de la isla de cero tolerancia en materia de drogas.
Además, Cuba, una vez conocida como el "burdel del Caribe", al parecer cuenta con la industria de turismo sexual más activa de las Américas, en gran parte debido a las mayores oportunidades económicas que ofrece la prostitución en comparación con otras actividades. Según cifras del gobierno, los cubanos ganan un promedio de sólo US$22 por mes -menos de la mitad (US$50) de lo que el prostituto entrevistado por CubaNet habría ganado en una sola noche. Como resultado, es natural que las pandillas locales monopolicen este sector del floreciente mercado negro del país.
Las pandillas cubanas no pueden ser comparadas con sus contrapartes mucho más grandes y sofisticadas de Centroamérica. Las pandillas callejeras, o maras, como el Barrio 18 y la Mara Salvatrucha (MS13) se han convertido en actores transnacionales, y son factores clave en la epidemia de violencia en la región del "Triángulo del Norte" (Honduras, Guatemala y El Salvador).