Pandillas en disputa, detrás de los dos años de creciente violencia en la capital de Jamaica, Kingston, participan supuestamente en conversaciones de paz; el último ejemplo de criminales de la región acudiendo a la mesa de negociación.
Los miembros de ocho bandas en West Kingston, junto con representantes de la comunidad, realizaron la primera de una serie de reuniones planificadas, con el fin de discutir el fin de las disputas entre pandillas, informó Jamaica Gleaner.
El miembro local del Parlamento, Desmond McKenzie, dijo a Gleaner que las pandillas lo habían contactado antes de la reunión para informarle de sus planes de deponer las armas, pues "están cansados ??de lo que está ocurriendo y quieren ponerle un fin".
McKenzie, quien el año pasado recibió amenazas de muerte por su abierta crítica a las pandillas y a la violencia, dijo que estaba dispuesto a participar en el proceso, pero advirtió que no apoyaría la inmunidad por ningún crimen cometido en el pasado.
Según McKenzie, más de 100 personas han muerto debido a la violencia entre pandillas en West Kingston en los últimos dos años, los cuales calificó como el peor periodo de violencia visto en más de 20 años.
Análisis de InSight Crime
Ha habido varios ejemplos destacados de treguas de pandillas en Latinoamérica en los últimos años, que van desde la tregua negociada entre el gobierno y las "maras" de El Salvador, hasta el pacto criminal acordado entre las organizaciones mafiosas en Medellín, Colombia.
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En Jamaica, las conversaciones parecen haber sido iniciadas por las propias pandillas, aunque incluyen a las comunidades en donde operan y a los políticos locales. Esta es una señal positiva, ya que sugiere que las pandillas están involucrando a la sociedad civil y pueden ser serias en sus afirmaciones de estar cansadas de la violencia, contrario a buscar obtener una ventaja criminal.
Sin embargo, en pasadas y presentes treguas en otras partes, las dificultades no se han resuelto con un acuerdo o la reducción de la violencia a corto plazo, sino respaldando estos acuerdos con soluciones sostenibles a largo plazo que aborden las profundas causas de la violencia entre las pandillas.
Si una tregua negociada en Kingston tiene éxito, a menos que sea seguida por medidas para introducir inversiones sociales específicas, entonces es probable que cualquier tregua proporcione algo más que un respiro temporal para los residentes de la ciudad.
Los políticos podrían tener un papel importante en esto, ya que durante décadas han mantenido una estrecha relación con las pandillas, ofreciéndoles patrocinio a cambio de votos. Si bien esta relación generalmente ha sido perjudicial para la política y la sociedad de Jamaica, en estas circunstancias podría llegar a ser útil.