La policía de Río de Janeiro ha organizado protestas en oposición al aumento en la violencia contra los miembros de la policía. Pero, ¿es el creciente número de asesinatos el resultado de un deterioro generalizado en la seguridad, o está el país a puertas de otra guerra entre la policía y el crimen organizado?
El 14 de diciembre alrededor de 2.000 miembros de la policía de Río marcharon para pedir reformas que protejan a la policía y proporcionen más apoyo a las víctimas de la violencia contra la policía -que ha costado 83 vidas en lo que va de año- informó Folha.
Según estadísticas compiladas por la reportera policial de Río Roberta Trindade, los asesinatos significan que los homicidios policiales han aumentado en tres años consecutivos, con 71 en 2012 y 81 en 2013, informó BBC Mundo.
Además de los asesinatos, durante los primeros 11 meses de este año, 205 policías fueron heridos de bala en Río, lo que representa un aumento del 43 por ciento en el total de ataques contra la policía en comparación con 2013 y un aumento del 112 por ciento con respecto a 2012, según las estadísticas de Trindade. Más de un tercio de las víctimas se encontraba fuera de servicio en el momento del ataque.
Varios policías que hablaron con BBC Mundo dijeron que el aumento de la violencia es el resultado de una guerra no declarada a la policía por las redes criminales de Río de Janeiro, quienes están a la “caza” de agentes.
Sin embargo, el secretario de Seguridad de Río, José Mariano Beltrame, ha negado la existencia de cualquier campaña concertada que tenga como objetivo a los miembros de la policía, mientras que los expertos que hablaron con BBC Mundo dijeron que no tenían ninguna prueba de una política de este tipo por parte de los grupos criminales.
Análisis de InSight Crime
Hasta el momento hay poca evidencia de que la creciente violencia contra la policía en Río sea el resultado de una estrategia más amplia por parte de los grupos criminales. Sin embargo, Brasil tiene un historial de conflictos de este tipo, y el mismo hecho de que la policía considere que este es el caso podría desatar todavía más violencia.
La policía de Brasil es notoriamente violenta -según un informe reciente ha asesinado a más de 11.000 civiles en los últimos cinco años- y ha sido criticada constantemente por el uso de la fuerza letal y por incurrir en ejecuciones extrajudiciales.
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Este abuso puede conducir a actos de represalia en contra de la policía, lo que resultaría en ciclos de violencia entre la policía y las pandillas. Este parece ser el caso detrás de una ola de violencia que involucró a la policía -como víctimas y autores- en São Paulo en 2012.
Como ha sido bien documentado, la policía de Río es apresurada en hacer uso de las ejecuciones extrajudiciales. Y si una vez más se está sintiendo amenazada, bien podría recurrir a este tipo de tácticas para vengarse de sus supuestos enemigos o para imponer su control sobre ciertas comunidades. Lo anterior aumenta el riesgo de que los grupos criminales se centren en la policía en represalia, aumentando la posibilidad de que -incluso si no existe una guerra contra la policía de Brasil en este momento- se pueda convertir en una profecía autocumplida si la violencia sigue desatada.