Las autoridades paraguayas han anunciado sanciones históricas contra un importante banco brasileño. Se trata de un nuevo caso que habla sobre los intentos de los gobiernos latinoamericanos por fiscalizar a las entidades financieras que no cumplen las regulaciones contra el lavado de dinero.
El 29 de octubre, el diario paraguayo Última Hora anunció que el Banco Central del Paraguay (BCP) impuso una multa de US$9,64 millones al brasileño Banco Itaú por infringir las leyes contra el lavado de dinero en agosto de 2020.
El banco supuestamente dejó de reportar transacciones sospechosas a la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELED), lo cual violaba el Artículo 19 de la Ley de Paraguay No. 1015, que legisla sobre el lavado de dinero.
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Esta es la multa más cuantiosa por lavado de dinero en la historia de Paraguay, según dijo Diego Marcet, director general del departamento legal de SEPRELED, a Radio Universo.
En respuesta, Banco Itaú declaró que la multa tuvo que ver con un incidente específico ocurrido el 21 de agosto, el cual había sido denunciado por el banco mismo, y que tenía una política de prevención del lavado de dinero estricta y rigurosa, según el sitio web de noticias RDN. Hay reportes de que el banco ya perdió su primera apelación el 9 de septiembre, pero puede presentar un nuevo recurso.
Esta es solo la última multa que el Banco Itaú ha enfrentado últimamente. En octubre de 2019, la investigación anticorrupción Lava Jato en Brasil halló que el Banco Itaú había facilitado transacciones ilegales por valor de US$16,4 millones para el pago de sobornos. Un mes después, la ciudad de São Paulo le impuso al Itaú la descomunal multa de US$662 millones por la evasión de impuestos estatales. Y en junio de 2019, el banco acordó devolver US$13,1 millones a los 4,7 millones de clientes a quienes cobró de más entre 2008 y 2018, además de una multa de casi US$2 millones.
Análisis de InSight Crime
En Latinoamérica, los grandes bancos han optado por ignorar los controles contra el lavado de dinero, mientras se benefician de los flujos de dinero ilícito. La inesperada sanción al Banco Itaú por parte de las autoridades paraguayas puede indicar que finalmente se está empezando a cuestionar dicha impunidad.
En 2019, Paraguay fue designado en un índice como el país con el segundo mayor riesgo de lavado de dinero de Latinoamérica. Ese mismo año, las autoridades brasileñas solicitaron la extradición del expresidente Horacio Cartes (2013-2018) para responder por cargos de lavado de dinero relacionados con el escándalo de Odebrecht.
El rol de Paraguay como mayor proveedor suramericano de marihuana y productos falsificados indica que hay gran circulación de dinero ilegal, mientras que la corrupción policial endémica, las dificultades de los sistemas judiciales y la penetración del crimen organizado brasileño son una muestra de que el estado carece de cualquier capacidad significativa de imposición del control, incluso tratándose de actividades ilegales básicas, sin mencionar delitos financieros más sofisticados.
Sin embargo, este caso puede poner de manifiesto una tentativa de avance en Paraguay, pues el índice mencionado señaló un leve descenso en la vulnerabilidad de Paraguay desde 2017. Esto se debe quizás a un efecto retrasado de los pasos importantes tomados en 2015 para combatir el problema, como la creación de una unidad contra el lavado de capitales dentro de la Fiscalía General.
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Las autoridades paraguayas dependen en buena medida de la inteligencia brasileña para llevar a cabo operativos, lo que da un matiz muy interesante a la multa impuesta al Banco Itaú. Investigar el lavado de dinero en un banco internacional es muy complejo, pero las autoridades brasileñas no parecen haber tenido que ver en esto, pues Itaú no fue sancionado en Brasil por los mismos cargos.
Los bancos brasileños estuvieron inmersos en sus propios escándalos durante la investigación “Lava Jato”, que descubrió que los cinco mayores bancos del país, incluido el Itaú, habían permitido el blanqueo de cerca de US$325 millones para el pago de sobornos. Las entidades financieras paraguayas, en particular las casas de cambio de divisas, también han blanqueado dinero para grupos criminales brasileños.
El escándalo más famoso en relación con el blanqueo de ganancias de actividades ilícitas en bancos se conoció en 2012, cuando el HSBC recibió la histórica multa de US$1.900 millones en Estados Unidos y de US$27,5 millones en México por el lavado de más de US$881 millones para carteles mexicanos y colombianos debido a la negligencia en la aplicación de controles.
Pero la esperanza de que las sanciones históricas lleven a cambios sustantivos nunca se ha insinuado. En septiembre de 2020, una nueva investigación de Connectas y Quinto Elemento Lab reveló que un antiguo directivo de HSBC, que presuntamente había permitido a clientes corruptos mantener sus cuentas bancarias, en contravía con las regulaciones del banco, ocupaba ahora un alto cargo frente a una unidad del gobierno mexicano contra el lavado de dinero.