Los homicidios en México han caído un 13 por ciento en un año, según cifras oficiales, aunque esto no es necesariamente un gran motivo de celebración.
En su primer Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto dijo que había habido una reducción del 13,7 por ciento en la tasa de homicidios entre enero y agosto de 2013, respecto al mismo periodo del año anterior. Esto lo atribuyó a una mejor coordinación entre las diferentes agencias de orden público.
Dijo que los homicidios vinculados al crimen organizado habían caído un 20 por ciento, resaltando aún mayores caídas en algunos de los estados más violentos de México: Tamaulipas (36,2 por ciento), Chihuahua (37,2 por ciento) y Nuevo León (46,5 por ciento), informó El Diario.
El informe más reciente del Sistema Nacional de Seguridad Pública del gobierno reveló que se habían registrado un total de 12.595 homicidios desde que Peña Nieto asumió el cargo, señaló Animal Político. El informe también reporta la incautación de más de 80 toneladas de drogas, principalmente marihuana y cocaína, junto con aproximadamente US$4 millones en efectivo y 982 armas.
Análisis de InSight Crime
Aunque sin duda es una buena cosa que menos mexicanos hayan sido asesinados en el primer semestre de 2013, que en 2012, el hecho lamentable es que la tasa de homicidios en México sigue siendo muy alta. Incluso si el gobierno de Peña Nieto tiene éxito en reducir la tasa de homicidios a la mitad, para el momento en que lleguen las elecciones de mitad de período, más de 20.000 personas habrán sido asesinadas bajo su presidencia.
La violencia criminal ha tendido a mostrar una espiral gradual a la baja en los últimos años, aunque el progreso ha sido muy lento. Diferentes cifras del gobierno a menudo se contradicen entre sí, por lo que es imposible saber lo que es correcto, y la categorización de los asesinatos en función de si están relacionados con el crimen organizado o no es problemática, una vez más, haciendo que sea difícil confiar en la información.
Mientras tanto, casi todos los homicidios siguen sin resolverse, lo que apunta a las principales reformas necesarias en las fuerzas judiciales y de seguridad si se quieren lograr mejoras realmente tangibles en materia de seguridad ciudadana.