Perú y Colombia van a coordinar su primera operación conjunta contra la minería ilegal de oro, a medida que Perú inicia un asalto frontal contra este multimillonario comercio.
El alto comisionado para la Interdicción y Formalización de la Minería, Daniel Urresti, pronto viajará a Colombia para discutir los detalles de la operación con las autoridades colombianas, informó la Agencia Andina.
La noticia se presenta poco después de que 1.500 tropas de la policía irrumpieran en el distrito de Huepetuhe, en la región de Madre de Dios el 28 de abril, destruyendo US $ 20 millones en equipos de minería, informó la Associated Press. Según AP, esta es la primera operación de este tipo desde que Perú aprobó una ley que prohíbe toda actividad de minera ilegal en abril de 2014.
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Los recientes esfuerzos de interdicción en Perú también han incluido un enfoque en la maquinaria y en la reducción del suministro de gasolina a Madre de Dios, así como en la destrucción de refinerías ilegales de oro en la costa, aunque esto ha sido recibido con una fuerte y, a menudo, violenta resistencia por parte de los mineros.
Análisis de InSight Crime
Tanto Perú como Colombia están plagados por la minería ilegal de oro, una industria que causa estragos en el medio ambiente y que, a menudo, ve a los mineros trabajar en condiciones similares a la esclavitud. En Colombia, se estima que e comercio tiene mayor valor que el tráfico de drogas para los grupos criminales en al menos ocho departamentos, mientras que en Perú las cifras del gobierno revelan que tiene un valor de alrededor de US $ 3 mil millones al año, y se estima que representa el 20 por ciento de las exportaciones anuales de oro del país.
En Perú, lo anterior también impulsa una próspera industria de trata de personas y tráfico sexual, transportando a las víctimas a zonas mineras sin ley para trabajar directamente en ellas, o para suministrar servicios a quienes lo hacen.
En Colombia, las autoridades han identificado a los grupos clave en el control de la minería ilegal -en particular a los Urabeños y a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En Perú, sin embargo, la corrupción y líneas borrosas entre los mercados legales e ilegales de oro, hacen más difícil identificar a los culpables.
El terreno aislado e inhóspito en que se encuentran los puntos claves de minería ilegal, como Madre de Dios en Perú, y Chocó en Colombia, dificulta gravemente las operaciones de las fuerzas de seguridad contra el comercio. En Colombia, las autoridades también han luchado contra la corrupción y el poder de los grupos armados, y hasta el momento, las operaciones mineras ilegales han demostrado resistencia a los intentos de combatirla. Que Perú logre superar estos obstáculos con esta nueva estrategia queda por verse, pero ambos países se puede beneficiar de compartir sus experiencias.