Las autoridades de Perú han despedido a todos los efectivos policiales de la división de aduanas del aeropuerto de Lima por haber movido drogas para traficantes mexicanos, en una señal de que los esfuerzos para contrarrestar la corrupción en el aeropuerto han caído de bruces.
Una investigación realizada por la División de Operaciones Especiales Antidrogas (Dirandro) de Perú ha revelado que tres funcionarios de aduanas del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez en la capital del país estaban colaborando con un grupo de la mafia mexicana, informó Perú 21. Los policías habían sido detenidos el 8 de abril, después de que un mexicano que viajaba a su país de origen fue descubierto con casi 13 kg de cocaína en su maleta, que, según él, había sido puesta allí por los tres oficiales, informó el Comercio.
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Según La República, el ministro del Interior peruano Walter Albán, respondió al incidente con el despido de toda la fuerza de la policía de aduanas del aeropuerto, con el fin de que los demás agentes pudieran ser investigados.
Análisis de InSight Crime
Este es sólo el más reciente ejemplo de los vínculos que se han descubierto entre funcionarios de aeropuerto del Perú y criminales mexicanos, con diez de quince policías antinarcóticos del aeropuerto acusados de haber estado colaborando con el Cartel de Sinaloa en Marzo del 2013.
Tanto ese incidente como estos últimas arrestos subrayan la impresionante magnitud que alcanza la corrupción en Perú, con el 48 por ciento de los entrevistados en una encuesta pública en 2014 (pdf) calificando a la corrupción como uno de los tres problemas más grandes del país.
Jorge Chávez es el aeropuerto principal de Perú y una de las puertas de salida para el narcotráfico más antiguas del país. En 2013 el gobierno creó el Grupo Especial de Tarea Antidrogas en Aeropuertos (GETAA) –que InSight Crime informó que fue apoyado por la Agencia Nacional del Crimen de Reino Unido, anteriormente Serious and Organised Crime Agency (SOCA)- con la intención de mejorar los esfuerzos del país contra el tráfico. Sin embargo, al igual que este último caso demuestra que es una batalla que están lejos de ganar, y con la ayuda de funcionarios corruptos, el aeropuerto sigue siendo un punto popular de despacho para los traficantes.
Mientras que países como Colombia han tenido un éxito considerable en la lucha contra la corrupción oficial y en el endurecimiento de los puntos de entrada y salida internacionales, la corrupción profundamente arraigada a los servicios de seguridad peruanos -similar a la observada en Venezuela- sólo sirve para ilustrar la magnitud del desafío al que se enfrenta el principal productor de cocaína del mundo en la lucha contra el narcotráfico.