La interceptación y robo de cargamento transportado por tierra provoca graves daños económicos a los países de Latinoamérica, según un nuevo informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), arrojando luz sobre el impacto de la "piratería terrestre."
El informe encontró que México y Brasil hacen parte de los países donde el transporte terrestre de cargamentos tuvo un riesgo mayor, informó EFE. La mayoría de las interceptaciones y robos de transporte de carga se producen en las carreteras, aunque también son comunes los ataques a los trenes. En ambos casos, los ataques se producen predominantemente en zonas urbanas, durante el día, y los fines de semana.
Ana Cristina Sierra, investigadora de la Cámara de Transporte de la Federación Aseguradores Colombianos (Fasecolda), indicó que este tipo de piratería terrestre interrumpe las cadenas de suministro de carga en Colombia, y que el 60 por ciento de los accidentes de transporte se debe a la actividad criminal, informó El Colombiano. Según la policía, los autos son los bienes robados con mayor frecuencia, seguidos por los dispositivos electrónicos, electrodomésticos y textiles.
Mientras que la policía registró 318 casos de secuestro de mercancías durante 2012, lo que equivale a una reducción del 7,7 por ciento respecto a 2011, las compañías de seguros han registrado tasas de incidencia más altas, con una empresa registrando 500 casos de mercancía sin llegar a su destino o robo, en un año.
Análisis de InSight Crime
El robo de carga es un negocio lucrativo en Latinoamérica y está fuertemente vinculado al crimen organizado. Además de causar grandes pérdidas a las empresas afectadas, las redes de robo y contrabando que se dedican a la "piratería terrestre" también están frecuentemente involucradas en el tráfico de otros productos ilícitos, como drogas, armas y dinero falso.
En México, los ataques a camiones de carga resultaron en la pérdida de 5 mil millones de pesos (unos US$380 millones) entre 2008 y 2011, obligando a las empresas de transporte por carretera a tratar de adaptarse y ser más astutas que los ladrones, a través de tácticas como viajar en convoy. Organizaciones criminales de gran tamaño como los Zetas y la Familia Michoacana han estado asociadas a esta práctica.
Los bienes robados de camiones de carga, puertos o ferrocarriles suelen ser traficados en el mercado negro. En países como Brasil, donde la demanda de los consumidores está en auge, pero los impuestos y los aranceles sobre muchos productos siguen siendo muy altos, el mercado negro ha crecido sustancialmente a medida que muchas personas recurren a la abundante oferta de bienes robados y falsificados.