El gobierno de Perú espera reducir a la mitad la cantidad de coca cultivada en el país hacia el año 2021, un ambicioso plan que quizá no se logrará a menos que se haga un esfuerzo concertado para mejorar los mediocres programas de sustitución de cultivos.
"Queremos que al 2021 haya una reducción del 50 por ciento del espacio cocalero en el Perú", dijo Carmen Masías, presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (DEVIDA). Estos comentarios surgieron luego de que un consejo de ministros de Perú aprobara un documento en el que se traza la estrategia del país contra las drogas para los próximos cinco años, informó La República. Además de reducir el número de cultivos de coca, el documento propone mejorar las estrategias para incrementar las incautaciones de cocaína y expandir la siembra de cultivos alternativos para los agricultores.
Según La República, Masías dijo que Perú pretende erradicar 30.000 hectáreas de coca al año. El gobierno estableció un récord en el año 2015, cuando se destruyeron más de 35.000 hectáreas de la planta. También dijo que el gobierno pretende aumentar el número de agricultores que se benefician de los programas de sustitución de cultivos, pasando de 70.000 que hay actualmente a 90.000 en el 2021.
Análisis de InSight Crime
En los últimos años, Perú ha logrado reducir su producción de coca destruyendo los cultivos en cantidades sin precedentes. El número de hectáreas de coca sembradas en Perú comenzó a disminuir en 2012, el mismo año en que los totales de erradicación comenzaron a aumentar.
Pero es poco probable que esta disminución continúe, a menos que el gobierno destine más recursos para programas de sustitución de cultivos que les permitan a los agricultores ganarse la vida con cultivos diferentes a la coca. Una investigación de Associated Press descubrió que menos de la mitad de los productores de coca afectados por la erradicación en 2014 recibían alguna forma de compensación del gobierno.
Incluso algunos de los beneficiados se quejan de que no están ganando ni una fracción de lo que solían ganar cuando cultivaban coca. Una familia dice que sólo gana US$1 por un lote de plátanos, mientras que antes ganaba US$1.000 cada cuatro meses cultivando coca.
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Los agricultores ya están empezando a volver a sembrar coca en los mismos campos destruidos por los equipos de erradicación. Masías señaló que la tasa de recultivo el año pasado superó el 90 por ciento en algunas de las zonas afectadas.
Lo que está sucediendo actualmente en Colombia debe servir como advertencia para Perú. La erradicación aérea y manual ha sido durante años un aspecto fundamental de la estrategia de lucha contra las drogas en Colombia (aunque el país suspendió la erradicación aérea en 2015 debido a temores de que estuviera afectando la salud de los habitantes). Los cultivos de coca del país disminuyeron de más de 167.000 hectáreas en 2007 a 78.000 hectáreas en 2012, pero han aumentado agudamente desde 2013, e incluso pudieron haber superado las 200.000 hectáreas en el año 2016.
Si bien hay otros factores que han contribuido al aumento de los cultivos de coca, no hay dudas de que el abandono de los agricultores y las comunidades rurales por parte del Estado ha facilitado el aumento en la producción de coca en Colombia.