La policía de Brasil capturó a una figura poco conocida, pero que ha jugado un importante papel en el desarrollo histórico del tráfico de drogas en Latinoamérica, y cuyos vínculos con importantes narcotraficantes van desde México con “El Chapo”, hasta Colombia con Pablo Escobar.
El 17 de septiembre, las autoridades brasileñas arrestaron a Mario Sergio Machado Nunes, alias “Goiano”, en un apartamento de lujo en la ciudad costera de Guaruja, informó EFE. Nunes es posiblemente uno de los narcotraficantes más veteranos del mundo, y era buscado desde los años ochenta, cuando algunos funcionarios aseguraron que trabajaba directamente con el Cartel de Medellín, de Pablo Escobar, y llegó a ser el principal contacto de la organización criminal en Brasil.
En los últimos años fue vinculado con el capo colombiano Henry de Jesús López, alias “Mi Sangre” —quien antes de su captura en 2012 era miembro de una serie de organizaciones narcotraficantes, incluyendo la Oficina de Envigado y Los Urabeños— y con Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa.
VEA TAMBIÉN: Perfil de Mi Sangre
Según informó EFE, Goiano traficó drogas a 27 países de África y Europa —principalmente a través de rutas marítimas desde el puerto brasileño de Santos— e invirtió en el desarrollo de tecnología para el transporte clandestino de drogas en submarinos y contenedores. También se cree que intentó establecer una aerolínea privada para transportar drogas, informó Semana.
Goiano era perseguido por la Interpol, así como por las policías de Brasil y Colombia. El capo también era conocido como “El Rey de los Disfraces”, pues presuntamente se sometió a cirugías plásticas para transformar su apariencia.
En 2014, luego de una investigación de dos años y medio dentro de la organización de Goiano, se arrestaron a cinco sospechosos, aunque Goiano evadió la captura.
Análisis de InSight Crime
Goiano había tenido una larga y pintoresca carrera en el narcotráfico latinoamericano, y la escala, alcance y longevidad de sus operaciones de tráfico son casi inigualables.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de Brasil
Como puente del Cartel de Medellín en Brasil, ayudó a impulsar el mercado interno de drogas, el cual ha crecido desde los años ochenta, hasta convertirse en el segundo país con mayor número de consumidores de cocaína en el mundo.
Así mismo, jugó un papel en la consolidación del rol de Brasil dentro del tráfico internacional de drogas, transportando narcóticos hacia Europa, China, Estados Unidos y zonas del Medio Oriente. Según informó Semana, el capo estaba particularmente interesado en establecer operaciones de narcotráfico en África. En efecto, durante los últimos años Brasil se ha convertido en un importante punto de paso para las drogas que transitan hacia África Occidental con destino a Europa, donde el puerto brasileño de Santos (el más grande en Latinoamérica) se ha convertido en un centro clave para las exportaciones de drogas.