Las autoridades argentinas liberaron a 202 colombianos que fueron atraídos a ese país con la promesa de trabajo y luego fueron obligados a trabajar en condiciones inhumanas, en una fábrica de plásticos, lo que evidencia la continua lucha del país por combatir el tráfico de personas y el trabajo forzoso.
La policía arrestó a 23 colombianos, incluyendo al presunto jefe de la organización criminal, quien estaba a cargo de los trabajadores, en una "mega-operación" que abarcó 10 provincias e incluyó 72 allanamientos simultáneos, informó la AFP.
Presuntamente, los trabajadores se mantuvieron en condiciones de "explotación laboral", careciendo de registro, seguridad social y cobertura médica. Las autoridades creen que los cabecillas de la organización se encargaban de reclutar a sus compatriotas para trabajar en Argentina, y luego los retenían ilegalmente en condiciones inhumanas y los obligaban a trabajar para pagar sus "deudas".
Siomara Ayerán, directora general de Aduanas de Argentina, dijo que sospecha que muchos de los aproximadamente 3.000 colombianos que entraron ilegalmente a Argentina entre 2009 y 2011, fueron reclutados por esta organización criminal y luego fueron explotados, según la AFP. Las autoridades en Córdoba descubrieron la organización tras notar que varios jóvenes colombianos llegaban al aeropuerto sin equipaje o dinero, dijo la Associated Press.
Análisis de InSight Crime
Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, Argentina es un país de origen, tránsito y destino para el tráfico de personas, incluyendo tanto la explotación sexual como el trabajo forzoso. El Departamento de Estado señala que el país ha fracasado en cumplir con los estándares mínimos para eliminar el tráfico, pese a los intentos por fortalecer sus leyes contra el tráfico de personas, en los últimos años. En 2011, hubo 167 procesos por tráfico y 19 condenas, en comparación con los 78 procesos y las 15 condenas en 2010.
Según funcionarios argentinos, el número de víctimas de tráfico para trabajo forzoso, como los colombianos recién liberados, superaron en número a las víctimas de tráfico sexual de tres a uno en el 2011. La "mega-operación" que desmanteló la red colombiana, parece haber sido una de las mayores organizaciones de tráfico de mano de obra en los últimos años, pero está lejos de ser la única. En abril de este año, las autoridades liberaron a 45 bolivianos de talleres textiles en Buenos Aires, y en diciembre de 2012 las autoridades descubrieron 16 víctimas chinas cerca de la frontera con Uruguay.