La Policía de Brasil ha llevado a cabo una acción a nivel nacional por órdenes de arresto pendientes, llevando a cabo más de dos mil arrestos y la incautación de cientos de kilos de droga, en la segunda de estas “mega-operaciones”, en los últimos meses.
El objetivo de la campaña nacional, llamada “Operación PC 27”, fue para reprimir el narcotráfico, el robo de vehículos y la venta de productos pirata, informó Globo. En la operación participaron más de 4.600 agentes de la policía y se llevó a cabo en los 26 estados y el Distrito Federal.
El operativo dio como resultado la detención de 2.067 personas, entre ellas 18 policías militares acusados de narcotráfico, homicidio y robo de vehículos. La policía también confiscó 255 armas de fuego, 47 kilos de cocaína, casi 178 kilos de marihuana y 11 kilos de crack, según Folha.
Martha Rocha, Presidenta del Consejo Nacional de Jefes de Policía (CONCPC), que propuso la operación, declaró que el objetivo era “promover la integración de la policía del país, fortaleciendo el contacto e intercambio de información entre las instituciones.”
Análisis de InSight Crime
El esfuerzo en todo el país para llevar a cabo las órdenes pendientes es el segundo de este tipo en tener lugar recientemente. La primera “mega-operación”, presentada el mes pasado, tenía como objetivo la corrupción en 12 estados y obtuvo como resultado 92 arrestos.
Luego de la operación, el Fiscal General de Brasil dijo que fue pensada como una forma de contrarrestar la propuesta de enmienda constitucional (PEC 37), que haría de las investigaciones penales un territorio exclusivo de la Policía Federal y Civil, reduciendo así la capacidad de investigación de Policía Militar.
Por el momento, no es claro si esta última operación también tuvo motivos políticos o era simplemente la policía demostrando su fuerza frente al aumento de la delincuencia.