Por primera vez en la historia del narcotráfico en Guatemala, las autoridades confiscaron un semisumergible para el tráfico de drogas, lo cual es un indicio de que los grupos del crimen organizado en este país del Triángulo del Norte se pueden estar volviendo más sofisticados.
La policía de Guatemala localizó y confiscó el semisumergible el 24 de septiembre. Estaba siendo construido en un muelle cubierto en el pequeño pueblo costero de Las Lisas, ubicado en el municipio de Chiquimulilla, informó elPeriódico de Guatemala. Ubicado sobre la costa del Pacífico a 90 kilómetros al sur de Ciudad de Guatemala, Chiquimulilla tiene 12.700 habitantes. Todavía no se ha detenido a nadie en relación con la embarcación confiscada.
Fotos: Ministerio de Gobernación de Guatemala
El portavoz de la policía de Guatemala, Jorge Aguilar, le dijo a la prensa que esta es la primera vez que se ha descubierto la construcción de un semisumergible en Guatemala. Aguilar dijo que la nave estaba en una fase avanzada de construcción, pues el motor y los tanques de combustible ya estaban instalados, y agregó que tenía capacidad para transportar unas cinco toneladas de droga, informó elPeriódico.
Las incautaciones de cocaína han estado aumentando en el país centroamericano, y en efecto las fuerzas antidrogas de Guatemala han confiscado un poco más de 10 toneladas métricas de cocaína en lo que va corrido de 2016. Esa cantidad rompió el récord anual de 9.959 kilos incautados en 1999, según elPeriódico.
Análisis de InSight Crime
Los primeros semisumergibles aparecieron en los años noventa y en la primera década del nuevo siglo, cuando los traficantes colombianos buscaban adaptarse a los esfuerzos de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos por prohibir las “lanchas rápidas”, uno de los métodos de transporte favoritos de los traficantes.
Los semisumergibles viajan por debajo de la línea de flotación, pero tienen tubos de escape y de ventilación sobre el nivel del mar. Sin embargo, pueden ser localizados por radar, o descubiertos si se observa con atención.
Al principio se construían muy rústicamente en Colombia, pero con el tiempo los semisumergibles se volvieron cada vez más sofisticados, a menudo fabricados con fibra de vidrio para hacerlos más difíciles de detectar por radar. Los semisumergibles más modernos pueden operar a mayor profundidad, incluso instalando sistemas de válvulas de drenaje, por lo que las naves se pueden escabullir más fácilmente si son interceptadas.
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En 2011, las fuerzas de seguridad de Colombia confiscaron un submarino completamente sumergible en el departamento del Cauca, que tenía capacidad para transportar ocho toneladas de cocaína. Se estima que su construcción costó US$2 millones. Durante las operaciones de interceptación se han encontrado semisumergibles frente a las costas de varios países, como El Salvador y Ecuador, y se han incautado en tierra en Colombia y Guyana.
La embarcación confiscada en Guatemala parece ser la primera que se ha construido en Centroamérica y es un ejemplo de la creciente sofisticación de los grupos narcotraficantes en la región. Estas naves son más que nuevos modos de transporte de drogas ilegales. Representan importantes costos de operación y avances en innovación. La capacidad para invertir en esos proyectos costosos y a largo plazo indica que el crimen en el istmo es ahora más poderoso.
Los grupos narcotraficantes de Guatemala y Honduras se desempeñan principalmente como transportadores para los grupos criminales mexicanos. La implementación de semisumergibles puede indicar que están buscando una mayor participación en la cadena de valor del tráfico de drogas.