Las autoridades de Honduras han desplegado las fuerzas militares en un barrio amenazado por la pandilla Barrio 18, pero es probable que la presencia de los soldados no proporcione una solución a largo plazo para los problemas de seguridad de la comunidad.
El 21 de marzo, vecinos del barrio Reparto Lempira, de San Pedro Sula, recibieron un mensaje de Barrio 18 en el que les ordenaban abandonar sus hogares en 24 horas. La nota amenazaba a los residentes con violentas represalias si se negaban a hacerlo (vea la nota abajo).
“Después no vayan a lamentar, van a ver vidas caídas solo por abrirles puertas a los chuntaros”, dice la nota.
Un equipo del canal de televisión Noticias HCH capturó en video a los angustiados vecinos empacando sus pertenencias, mientras que el medio de comunicación El Heraldo informó que otros pedían a las autoridades la protección de la policía para poder permanecer en sus casas.
Al día siguiente, un contingente de la policía militar llegó a Reparto Lempira. Un portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (FUSINA), José Antonio Coello, les prometió a los residentes que el despliegue de los soldados sería permanente.
“Van a haber puestos de control y retenes para asegurar la vida de los pobladores”, dijo Coello, según La Tribuna. Y agregó: “Se solicita la colaboración de los mismos residentes para brindar información de algunos grupos delictivos, para llevar a cabo operaciones de inteligencia”.
Según La Prensa, Coello también dijo que las autoridades ya habían identificado a los responsables de la amenaza y que pronto serían capturados.
Análisis de InSight Crime
Por el momento, parece que la ocupación militar de Reparto Lempira ha ayudado a evitar un desalojo masivo de los residentes del barrio por parte de los pandilleros. Sin embargo, la presencia de los soldados no logra hacer frente a los principales factores que permiten que grupos como Barrio 18 ejerzan tanto poder en Honduras.
Un informe (pdf) publicado el año pasado por el Centro de Política Internacional y el Grupo de Trabajo de América Latina describe a San Pedro Sula como “casi una zona de guerra”. Los autores señalan la falta de oportunidades económicas y la inadecuada preparación de las instituciones de seguridad, que además cuentan con poco presupuesto, como algunas de las causas de la violencia generalizada y de la impunidad en la ciudad.
Por otra parte, los investigadores indicaron que el gobierno a menudo envía la policía militar a barrios con altos niveles de violencia criminal. Pero estos soldados no llevan a cabo las investigaciones que podrían conducir a procesos penales, lo que significa que “los problemas subyacentes en los peores barrios de San Pedro Sula generalmente quedan sin resolver”.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfil de Barrio 18
Si bien en Honduras se ha presentado una considerable disminución en la tasa de homicidios en los últimos años, la estrategia de seguridad militarizada que ha utilizado el gobierno no ha logrado abordar cuestiones de larga data como la corrupción y la falta de capacitación de la policía y de las instituciones judiciales.
Dada la amenaza que enfrentan los residentes de Reparto Lempira, la decisión de desplegar el ejército es comprensible. Pero para lograr avances sostenibles en seguridad ciudadana, el gobierno de Honduras debe centrarse en abordar los factores socioeconómicos e institucionales que permiten que grupos como Barrio 18 imperen en ciudades como San Pedro Sula.