Dos de los principales partidos políticos de México han estado intercambiando acusaciones sobre vínculos con carteles de la droga, haciendo alusión a las turbias conexiones entre el crimen organizado y la política en México.
En una conferencia de prensa el 24 de abril, Miguel Yunes, quien fallidamente se presentó como candidato del Partido de Acción Nacional (PAN) en las elecciones para gobernador de Veracruz en 2010, acusó al actual gobernador Javier Duarte, y al predecesor de Duarte, Fidel Herrera, de trabajar con un lavador de dinero de los Zetas.
Yunes dijo que los gobernadores actual y anterior, ambos miembros del partido de gobierno, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), mantuvieron una relación comercial con Francisco Colorado, quien está siendo juzgado en Estados Unidos por presuntamente lavar las ganancias de las drogas de los Zetas a través de un negocio de cría de caballos, informó Proceso. Yunes también acusó a Herrera de aceptar dinero de Colorado, y de proteger sus operaciones cuando era gobernador.
Poco después, un correo electrónico anónimo enviado a periodistas y a líderes políticos apareció en un sitio de intenet, pro-gubernamental, acusando a Yunes de recibir fondos de Colorado. El correo electrónico incluye fotografías de éstos juntos.
La semana anterior, un contador del Cartel del Golfo testificó que la organización había contribuido con US$12 millones a la campaña de Herrera en 2004.
Análisis de Insight Crime
Durante los 71 años del ininterrumpido gobierno del PRI, que terminó en 2000, la relación entre el crimen organizado y la política fue relativamente sencilla - cualquier grupo criminal buscando comprar influencia política sabía exactamente a quién recurrir.
No obstante, en la era actual de creciente pluralidad política, los carteles de la droga con frecuencia tienen que cubrir sus inversiones apoyando a más de una parte en una contienda electoral, con el fin de garantizar un ganador simpatizante.
Aunque no se ha probado ninguna de las acusaciones en contra de los políticos del PAN o del PRI en Veracruz, y es difícil separar la verdad de la calumnia, es muy posible que uno o ambos lados hayan sido corrompidos por la influencia de Colorado, sus socios o sus rivales.