La presidenta de la comisión del Congreso que investiga la expansión de la narcopolítica en Perú denunció recientemente la falta de interés de sus colegas en esta problemática.
En una declaración realizada durante una entrevista transmitida por televisión, la congresista Rosa Mavila, quien dirige la comisión encargada de investigar los vínculos entre los políticos y el crimen organizado, lamentó lo que definió como una falta de entusiasmo por parte de sus colegas.
Según Mavila, muy pocos miembros del Congreso han asistido a las sesiones relacionadas con el trabajo de la comisión, aun cuando son llamados para testificar o participar en ellas. Mavila también afirmó que su ausencia no sólo sugiere una falta de interés, sino también la existencia de intereses políticos que buscan asegurar que la comisión no pueda alcanzar conclusiones ni realizar recomendaciones.
Mavila confirmó que su equipo desarrolló una propuesta de 23 proyectos de ley que pretenden reducir la influencia de las redes de tráfico de drogas en la arena política e indicó que la comisión espera que su trabajo esté terminado en agosto.
En un adelanto de lo que va a presentar, Mavila manifestó que estaba particularmente interesada en encontrar mecanismos para prevenir que los jueces “liberen sistemáticamente” a presuntos narcotraficantes, así como en hacer más estrictos los controles realizados a la evidencia y a los documentos incautados en las investigaciones relacionadas con el tráfico de drogas. La congresista afirmó que este material suele desaparecer misteriosamente durante los casos más importantes.
Mavila se ha convertido en una importante impulsora de una respuesta nacional más fuerte que ponga fin a los vínculos entre la política y el crimen organizado en Perú. En abril de este año, Mavila llamó la atención de los titulares al manifestar que Perú estaba cerca de convertirse en un narcoestado. La opinión pública parece estar de su lado y cerca del 70 por ciento de los peruanos están de acuerdo con ella.
Análisis de InSight Crime
La respuesta del Congreso a las propuestas de la comisión son claves para entender qué tan comprometido está Perú con poner fin a la narcocorrupción. El hecho de que la comisión encabezada por Mavila tenga como objetivo publicar las recomendaciones de la comisión en agosto es una buena señal de que al menos algunos congresistas están tomando cartas en el asunto. Pero la resistencia tácita que la comisión parece estar enfrentado por parte de algunos miembros del Congreso sugiere que podría haber algunas complicaciones en el futuro.
La importancia de estos esfuerzos para reducir la expansión de la narcopolítica en Perú no puede ser subestimada, dado lo generalizado que se ha hecho el problema. Durante las elecciones de 2014 el país eligió seis presuntos narcogobernadores y también se presentó una prevalencia generalizada de candidatos políticos sospechosos de tener vínculos con el tráfico de drogas. El papel del país como uno de los principales productores mundiales de coca incrementa la necesidad de investigar seriamente las sospechosas relaciones entre las élites políticas y el crimen organizado.