Bolivia ha incautado 18,8 toneladas de cocaína y pasta de cocaína este año, una reducción de casi el 50 por ciento del total registrado en 2012, lo cual revierte una tendencia al alza de cinco años, planteando la pregunta: ¿qué podría haber causado una disminución tan marcada?
El Viceministerio de Defensa Social informó que las autoridades bolivianas incautaron 17,4 toneladas de pasta base de cocaína y 1,4 toneladas de cocaína entre el 1 de enero y el 15 de noviembre de este año, informó AFP. En 2012, se incautaron un total de 36 toneladas de cocaína, lo que significa que con un mes que queda del año, las incautaciones han bajado casi un 48 por ciento.
El país también ha erradicado 10.591 hectáreas de coca en 2013, en comparación con un total de 11.043 hectáreas en 2012.
Análisis de InSight Crime
Las cifras de 2013 revierten una tendencia de aumento de las incautaciones desde 2008 -el año en que el gobierno boliviano expulsó a la DEA del país-. Desde entonces, el gobierno de Estados Unidos ha afirmado que Bolivia no está cumpliendo con sus obligaciones de lucha contra las drogas.
Este año se han producido dos cambios importantes en el mundo de las operaciones antinarcóticos de Bolivia que pueden haber afectado las cifras de las incautaciones. El primero, es la sustitución del jefe de la policía antinarcóticos de Bolivia (FELCN), el coronel Gonzalo Quezada, y el segundo, es el cierre de la oficina antidrogas de Estados Unidos en Bolivia, poniendo fin a un apoyo logístico de Estados Unidos.
A mitad de 2013, las autoridades antinarcóticos afirmaron que la disminución de las incautaciones -con menos de 10 toneladas de cocaína y pasta de cocaína incautadas- mostraron que el aumento de las operaciones antidrogas habían logrado disminuir con éxito la cantidad de cocaína que entraba o era producida en el país. No obstante, un informe reciente reportó que hasta cuatro narcovuelos entran a Bolivia cada día con cocaína peruana, y una declaración del ministro de Gobierno, Carlos Romero, de que el país carece de la tecnología para combatir este flujo, hacen que esta hipótesis sea cuestionable.
El hecho de que la mayoría de la droga incautada fuera pasta de cocaína indica que probablemente tenía como destino los mercados nacionales de Brasil y Argentina -destinos comunes para el producto peruano traficado a través de Bolivia- donde esta forma barata y sin refinar de la cocaína se consume ampliamente bajo los nombres de "paco" y "merla".
Con la expansión de la utilización de Bolivia como un punto de parada de la cocaína peruana, no está claro cuánta cantidad de la pasta o el polvo de cocaína incautada era producida en el país y cuánta era importada.