El ex Presidente de Guatemala, Alfonso Portillo, ha sido extraditado a Estados Unidos para enfrentar cargos de malversación y lavado de dinero, un resultado poco común en contra de la impunidad, en este país centroamericano.
El ex presidente fue trasladado en avión a Nueva York el 24 de mayo, nueve meses después de que la Corte de Constitucionalidad de Guatemala fallara unánimemente a favor de la extradición.
Portillo está acusado de lavar US$70 millones de dinero público a través de bancos en Estados Unidos, durante su mandato entre 2000 y 2004, informó Reuters. Según la acusación estadounidense, Portillo creó fundaciones ficticias para desviar fondos, incluyendo los fondos provenientes de gobiernos extranjeros, y robó millones de sus propios ministerios.
Portillo primero fue acusado de corrupción en Guatemala, pero huyó a México poco antes de que se presentaran los cargos. Luego fue extraditado a Guatemala, pero quedó en libertad mientras se reunía la evidencia.
La policía arrestó a Portillo en 2010 cuando se disponía a huir por segunda vez y fue sometido a juicio por cargos de malversación de US$15 millones de fondos públicos.
No obstante, en 2011 fue polémicamente absuelto por un jurado que no reconoció la evidencia y calificó a los testigos como "poco fiables". El ex presidente podría enfrentar hasta 20 años de prisión si es declarado culpable.
Análisis de InSight Crime
La fuerza de la evidencia en contra de Portillo, que incluye cheques firmados por él y sus subalternos, y dinero desviado a través de cuentas a nombre de su familia, sugiere que es poco probable que organice otro gran escape.
El hecho de que Portillo no haya sido capaz de evitar la extradición es un signo positivo para poner fin a la impunidad en Guatemala. Sin embargo, su absolución anterior y el hecho de que la extradición fuera necesaria permanecen como manchas negras en el registro del sistema judicial guatemalteco.
La decisión sigue de cerca un caso que resalta tanto los avances en el sistema judicial de Guatemala como los problemas persistentes en torno a la impunidad - la histórica condena del ex dictador militar y alguna vez aliado de Portillo, Ríos Montt, por violaciones a los Derechos Humanos, seguida por la anulación de esa decisión judicial por tecnicismos.