Un reciente informe indica que los mayores controles a los migrantes en la frontera sur de México han hecho que los migrantes sean más vulnerables a la violencia.
Según un informe de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus iniciales en inglés), si bien el plan de seguridad fronterizo de México puede frenar la migración en la frontera México-Estados Unidos, está también aumentando los abusos contra los migrantes por parte de las organizaciones criminales y las fuerzas de seguridad.
El informe de WOLA describe los cambios en las políticas administrativas y en las condiciones migratorias desde el inicio del denominado programa Frontera Sur en julio de 2014.
Con base en este programa, el gobierno mexicano aumentó la presencia de las fuerzas de seguridad —especialmente oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM)— a lo largo de su frontera sur. Esto condujo a un aumento del 71 por ciento en la detención de migrantes centroamericanos entre julio de 2014 y junio de 2015, en comparación con el mismo período del año anterior.
Esta medida se vio acompañada de un aumento en las violaciones de los derechos humanos y en los crímenes violentos contra los migrantes. Según WOLA, estas violaciones incluyen robo, secuestro, abuso sexual, asesinato y tráfico de personas. Según los datos analizados por Animal Político, en el estado fronterizo de Chiapas se presentó un incremento del 246 por ciento en los asaltos reportados y un aumento del 61 por ciento en los robos desde que comenzó el programa Frontera Sur.
El informe de WOLA también señala que muchos casos reportados sobre grupos criminales que abusan de los inmigrantes ocurren con la "colaboración o aquiescencia" de las autoridades mexicanas. Los migrantes reportaron robos, extorsiones y abusos físicos por parte de las fuerzas de seguridad, especialmente por la Policía Federal. También son comunes las detenciones inhumanas por parte de las fuerzas de seguridad —lo cual incluye abusos verbales, físicos y sexuales, inadecuada atención en salud y robos—.
Análisis de InSight Crime
Como lo deja claro el informe de WOLA, el programa mexicano Frontera Sur pudo haber aumentado la vulnerabilidad de los migrantes centroamericanos y la violencia hacia ellos, en lugar de crear una frontera más segura.
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En lugar de enfrentar el crimen organizado y la inseguridad, los cuales promueven la inmigración Centroamericana, las autoridades mexicanas se han centrado en aumentar las deportaciones. Esta estricta política en el sur de México ha obligado a los migrantes a buscar rutas más inseguras, lo cual aumenta su vulnerabilidad a los ataques y a otros abusos cometidos por grupos criminales. A juzgar por los hallazgos de WOLA, también parece que el programa Frontera Sur se ha quedado corto en hacer frente a la colusión entre los grupos criminales y las fuerzas de seguridad en cuanto a los abusos de los inmigrantes.
Todo esto indica que el gobierno mexicano todavía tiene un largo camino por recorrer en cuanto a la creación de una política migratoria más humana y eficaz.