La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha avalado un proyecto de ley formulado para facilitar la deportación de sospechosos de integrar pandillas, el cual podría afectar a los muchos inmigrantes que aparecen como pandilleros en las viciadas bases de datos de todo Estados Unidos.
El 14 de septiembre, la Cámara aprobó la Ley de remoción de pandilleros criminales extranjeros, por 233 votos frente a 175.
El proyecto de ley conferiría nuevas facultades al Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus iniciales en inglés) para designar como pandilla criminal a grupos de cinco o más personas y detener y deportar a cualquier inmigrante que en su concepto haya participado en la pandilla o promovido su accionar ilegal.
Este proyecto de ley se presentó como respuesta a los temores por la influencia de la pandilla MS13 en Estados Unidos, un tema que el presidente estadounidense Donald Trump puso entre las prioridades de la agenda de seguridad, y que cuenta con su respaldo.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus iniciales en inglés) del Departamento de Seguridad Interna también le dio el espaldarazo al proyecto de ley, señalando que ayudaría en los "esfuerzos por combatir y desmantelar pandillas transnacionales, como la MS13, que plantean una amenaza directa a la seguridad pública".
Pero el proyecto encontró oposición de los representantes demócratas en el congreso, sobre la base de que puede llevar a una estigmatización racial y a la deportación de inocentes, según información recogida por Associated Press. Ahora el proyecto pasará al Senado, donde se espera que encuentre una oposición más firme.
Análisis de InSight Crime
Priorizar la deportación de pandilleros es la política del DHS desde hace varios años. Pero si se aprueba y se convierte en ley, la Ley de Remoción de Pandilleros Criminales Extranjeros puede derivar en una serie de abusos contra inmigrantes sin relación alguna con pandillas ni con sus actividades.
Por ejemplo, las nuevas facultades para definir quién es pandillero son vagas y pueden aplicarse a diferentes organizaciones o distorsionarse para acomodarlas a los fines de las autoridades.
Además, al determinar la pertenencia a una pandilla, es probable que las autoridades pueden apoyarse bastante en las bases de datos sobre pandillas, cuyas falencias son notorias, y con frecuencia contienen información sin confirmar o desactualizada.
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Como resultado, personas que no hayan cometido delitos, o por lo menos sin relación con pandillas, podrían afrontar la deportación sin el debido proceso. Además, el interés declarado en la MS13 allana el camino para un elemento de estigmatización racial en lo que respecta a utilizar las facultades conferidas por la ley. (La MS13 se originó como una pandilla salvadoreña, aunque ahora tiene presencia en todo México y Centroamérica, y en lugares de Estados Unidos y Canadá).
En países de toda la región, desde Jamaica a El Salvador, ha habido iniciativas para declarar delito la pertenencia a pandillas. Estos han sido objetos de sendas críticas por la estigmatización de jóvenes vulnerables a la par que arrojan un escaso impacto positivo demostrable en la seguridad pública. En el caso de El Salvador, estas leyes han sido criticadas porque terminan fortaleciendo a las pandillas empujando a los jóvenes a sus redes.