El gobierno mexicano ha ordenado a las tropas federales tomar el control del puerto de la costa del Pacífico y bastión de los Caballeros Templarios: Lázaro Cárdenas; lo que demuestra la dificultad que las autoridades enfrentan en la lucha contra una organización criminal que ha cooptado gran parte del estado de Michoacán.
El 4 de noviembre, el gobierno anunció que la armada, el ejército y la policía federal quedarían a cargo de la seguridad en Lázaro Cárdenas, uno de los puertos marítimos más concurridos de México, informó Animal Político. Las fuerzas se han combinado para proteger las operaciones del puerto, sustituyendo a la fuerza policial local, que fue desarmada y retirada de la acción mientras espera una mayor capacitación.
Lázaro Cárdenas, en el asediado estado de Michoacán, se ha convertido en una "mina de oro" para los Caballeros Templarios, quienes controlan gran parte de la actividad en el puerto, informó Milenio. El grupo “grava" los productos que pasan por el puerto, y combina el lavado de dinero con más de 24 otras actividades como la venta de DVD piratas y ropa de marca, exportación de minerales, narcotráfico y extorsión de las empresas que operan en y alrededor del puerto.
Análisis de InSight Crime
Durante años, Lázaro Cárdenas ha sido un enlace vital en las redes del narcotráfico, funcionando como un importante punto de entrada para las drogas y los precursores químicos. El puerto también es una fuente de información valiosa para las organizaciones criminales locales, que extorsionan tanto a las empresas locales como internacionales que operan allí.
Esta joya criminal se encuentra en manos de los Caballeros Templarios, cuyas violentas campañas contra el Estado, los narcotraficantes rivales y las fuerzas de “autodefensa" han dejado al estado de Michoacán cerca a la ingobernabilidad y aumentaron los temores de una "narcoinsurgencia".
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El ataque por parte de las fuerzas federales en Lázaro Cárdenas parece ser un intento de golpear a los Caballeros en su centro económico, una medida probablemente inspirada por la esperanza de que si las autoridades pueden romper su control allí entonces éste comenzará a verse reducido en el resto del estado.
No obstante, como lo ilustra el hecho de que las fuerzas federales sintieron que tenían que eludir a la policía local para operar, la influencia de los Caballeros en la región es muy fuerte y no será fácil arrancarla de raíz. El gobierno ha intentado sin éxito recuperar Lázaro Cárdenas en el pasado, y no hay razón para creer que cualquier cosa será diferente esta vez. La influencia de los Caballeros se extiende por toda la economía local, y la "mina de oro" del puerto, e incluso Michoacán, no es algo a lo que vayan a renunciar fácilmente.