Las autoridades de Perú están implementando nuevas restricciones sobre el combustible en un esfuerzo por obstaculizar las operaciones de minería ilegal, pero una medida de este tipo podría tener el efecto indeseado de aumentar el contrabando de combustible desde la vecina Bolivia.
Las regulaciones, que serán aplicadas en la región de Madre de Dios, requieren que las estaciones de servicio, las empresas de transporte y todos los compradores directos de combustible se registren con la Superintendencia Nacional de Aduanas y Administración Tributaria (SUNAT), informó El Comercio.
Las estaciones de gasolina sólo tendrán permitido vender combustible directamente a los vehículos, y hasta 110 galones de diesel en recipientes a los compradores registrados. Se requerirá que los clientes presenten su Documento Nacional de Identificación (DNI), cuyos datos serán consignados junto con información de la matrícula del vehículo en el recibo.
Bajo las nuevas regulaciones, los consumidores podrán comprar hasta 10 galones de diesel y 5 litros de gasolina sin registrarse.
Según El Comercio, hasta el 3 de junio ya se habían inscrito más de 60 estaciones de servicio en el registro del SUNAT.
Análisis de InSight Crime
Perú es hogar de una lucrativa industria de minería ilegal de oro con un valor estimado en US$3 mil millones anuales -el doble que el comercio de cocaína en el país. Además de aprobar una ley que prohíbe toda actividad minera ilegal en abril de 2014, el gobierno peruano ha probado una serie de medidas para poner freno a esta actividad ilícita. Las fuerzas de seguridad han llevado a cabo redadas en las zonas mineras, la destrucción de millones de dólares en equipos, y la demolición de refinerías ilegales de oro en la costa.
Siendo una de las principales zonas para la minería ilegal de oro, la elección de Madre de Dios como campo de pruebas para las nuevas restricciones de combustible del gobierno, tiene sentido. De los más de 180 mil galones de combustible que al parecer entran a la región de Madre de Dios diariamente, se estima que el 85 por ciento son utilizados para la minería ilegal. Las voraces maquinarias utilizadas en la minería requieren entre 70 y 80 galones de combustible por día, por lo que la demanda de combustible en Madre de Dios es cien veces mayor que la de Lima, capital y ciudad más grande del país.
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La región está situada en la frontera con Bolivia y Brasil, una ubicación geográfica que facilita el tráfico sexual y el tráfico de cocaína, además de la circulación de otro tipo de contrabando. Aunque la restricción de consumo de combustible es una buena idea en teoría, grandes cantidades de gasolina entran de contrabando a Perú desde Bolivia, donde el gobierno subsidia este producto. Con las importantes redes criminales que ya existen en esta región, las restricciones a la gasolina podrían fácilmente conducir a un aumento en el contrabando de combustible desde Bolivia.