Diez personas, incluidos varios empleados aeroportuarios, han sido arrestadas por traficar 20 toneladas de cocaína de Puerto Rico a Estados Unidos desde 1998, un recordatorio de la importancia de este territorio que muchas veces se pasa por alto como punto de transitos de narcóticos.
El 13 de febrero, las autoridades estadounidenses y puertorriqueñas arrestaron a diez personas en una operación policial encubierta contra un grupo traficante de cocaína, según Hoy Los Ángeles. Una operación policial anterior, en noviembre de 2016, terminó con la captura de otros dos sospechosos pertenecientes a la red.
Seis de los integrantes eran empleados de la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA por sus iniciales en inglés) y estaban a cargo del proceso de de revisión de equipaje. Otros más trabajaban para empresas de seguridad privada o como manipuladores de equipaje en el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín, según la acusación formal de Estados Unidos (pdf).
El grupo contrataba "mulas", o traficantes humanos de menor nivel, para asegurarse de que su equipaje abordara sin ser revisado. La acusación formal de Estados Unidos indica que podían abordar un vuelo hasta cinco mulas por vez, registrando dos piezas de equipaje, cada uno con diez a quince kilos de cocaína.
Las autoridades estiman que el grupo movió cerca de 20 toneladas del narcótico entre 1998 y 2016, por un valor total de US$100 millones.
Los detenidos afrontan cargos de tráfico de cocaína a Estados Unidos. Los seis exempleados de la TSA tienen acusaciones adicionales por aceptar sobornos.
Análisis de InSight Crime
La desarticulación de esta red de tráfico de cocaína es una nueva evidencia del papel de Puerto Rico como punto de tránsito de estupefacientes con destino a Estados Unidos.
Debido al incremento de los decomisos de drogas en los últimos años, en 2015, el gobierno federal estadounidense produjo su primer plan antinarcóticos para Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos. Sin embargo, no es claro si la ayuda estadounidense ha tenido un impacto importante en el negocio de la droga en Puerto Rico. Las autoridades confiscaron casi dos toneladas de cocaína en noviembre de 2016, la mayor incautación de sustancias ilícitas de su historia.
El incremento del contrabando de narcóticos por Puerto Rico se debe a la mayor presión en República Dominicana, que motivó el cambio de las rutas de tráfico, según el Balance Nacional de Amenazas por Drogas 2015 de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en ingés).
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Parte importante de la cocaína que pasa por Puerto Rico se vende a consumidores del país. Según el informe anual de la DEA de 2016, entre 70 y 80 por ciento de la cocaína que llega a la isla se envía a Estados Unidos; el resto se consume en el mercado local.