Un tiroteo entre policías que presuntamente estaban movilizando drogas y sus colegas ha dejado un saldo de dos oficiales muertos, lo cual ha aumentado las preocupaciones por la creciente participación de la policía en el tráfico de drogas en Ecuador.
Según una declaración realizada por el viceministro del Interior de Ecuador, Diego Fuentes, el pasado 4 de enero policías del grupo de operaciones especiales, miembros de las fuerzas de inteligencia y agentes de la policía contra el crimen organizado interceptaron a tres policías que se transportaban en una patrulla, informó La Hora. Los intentos de desarmar a los tres uniformados desataron un tiroteo que cobró la vida de dos policías -uno de los sospechosos y uno de los agentes que detuvo a la patrulla-.
Fuentes dijo que los tres policías llevaban consigo 31 kilos de marihuana que las autoridades creen que fueron introducidos de contrabando desde Colombia y estaban destinados al mercado doméstico de Ecuador, informó El Comercio.
El enfrentamiento tuvo lugar en la provincia de Esmeraldas, una arteria principal del narcotráfico en la frontera con Colombia.
Tras los enfrentamientos, El Comercio señaló que los informes de inteligencia sugieren que los grupos insurgentes colombianos y el Cartel de Sinaloa de México han estado intentado corromper funcionarios de la policía de Ecuador.
Análisis de InSight Crime
Durante los últimos años se han presentado numerosos casos que sugieren que la corrupción policial ha crecido a la par con la condición de Ecuador como país de tránsito de drogas. Sin embargo, este último caso sugiere que esta dinámica ha superado las formas más simples y tradicionales de corrupción relacionadas con el comercio de drogas.
En el nivel más básico, los traficantes de drogas que operan en los países de tránsito como Ecuador sobornan a las fuerzas de seguridad para garantizar la libre circulación de los cargamentos de droga. El nivel de cooperación puede extenderse a policías que proporcionan inteligencia a las redes de tráfico o que incluso actúan contra traficantes rivales, basándose en información suministrada por los propios criminales.
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Sin embargo, en el caso de Esmeraldas, al parecer los policías estaban efectivamente contrabandeando las drogas y participando activamente en el tráfico, dado que incluso se mostraron dispuestos a abrir fuego contra sus colegas para protegerse a sí mismos y al envío.
También es significativo que estuvieran transportando marihuana. Mientras que los casos anteriores han estado relacionados en gran medida con cocaína destinada a los mercados extranjeros, es probable que la marihuana haya sido ingresada de contrabando desde Colombia a Ecuador para su consumo interno, como lo declararon las autoridades, lo que sugiere que la policía ahora también estaría implicada en el microtráfico dentro de Ecuador.
Gran parte de la producción de marihuana de Colombia es controlada por el grupo guerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), lo cual añade peso a las declaraciones aún no confirmadas de El Comercio, según las cuales los grupos insurgentes colombianos están corrompiendo a la policía de Ecuador.