Nuevos datos sobre el infame caso de los 43 desaparecidos en México indican que, según registros divulgados recientemente, la policía federal no hizo nada cuando fue alertada sobre las confrontaciones entre la policía municipal y los estudiantes, a pesar de que incluso los agentes pasaron por lugares donde los estudiantes fueron secuestrados.
Aunque los detalles sobre los acontecimientos que condujeron a la desaparición de los 43 estudiantes aún son confusos, el consenso general es que en septiembre de 2014 la policía municipal de la ciudad de Iguala (ubicada en el suroeste del estado de Guerrero) secuestró a 43 estudiantes y los entregó al grupo criminal Guerreros Unidos. Con base en esto, la polémica investigación del gobierno de México concluyó que los criminales ejecutaron e incineraron a los estudiantes. Sólo dos de los restos de los estudiantes han sido identificados.
Además, el entonces jefe de la policía federal de Iguala les dijo a sus superiores que, después de enterarse de los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía municipal, a las unidades federales se les ordenó vigilar las entradas a la ciudad.
Sin embargo, informes operativos de la policía obtenidos por Animal Político a través de una solicitud de información indican que ningún policía federal fue ubicado en las entradas de la ciudad. Y lo que es peor aún, una de las patrullas federales pasó por dos de los puntos donde los estudiantes fueron secuestrados, mientras otras dos simplemente se alejaron de la ciudad.
Análisis de InSight Crime
Pese a los intentos del presidente mexicano Enrique Peña Nieto por controlar los daños, el mal manejo de la investigación de Iguala por parte del gobierno y el hecho de que el caso haya llamado la atención sobre la corrupción generalizada continúan afectando su administración. A esto se suma la vergüenza que significó que el jefe del Cartel de Sinaloa, Joaquín “El Chapo” Guzmán, se hubiera fugado de la cárcel en julio, todo lo cual ha hecho que la popularidad de Peña Nieto haya disminuido, bajando a un 35 por ciento en agosto, según una encuesta mencionada por Reuters.
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Paralelamente con esta reciente situación incómoda que involucra a la policía federal en Iguala, El Daily Post informó que Peña Nieto ha retirado silenciosamente los planes de combatir la corrupción fusionando 1.800 fuerzas policiales locales de México en 32 departamentos de policía estatales. Sin embargo, como InSight Crime lo ha señalado previamente —y como lo sugieren los registros de la policía federal de Iguala— las policías estatales y federales no son menos inmunes al tipo de corrupción e incompetencia que se observa en las policías municipales.
Por desgracia, ninguna de estas políticas suspendidas ni los errores políticos han ayudado a solucionar la creciente violencia y la impunidad en medio de las cuales se presentó el caso de los 43 desaparecidos. De hecho, Guerrero ostenta el dudoso título del estado mexicano con la más alta tasa de homicidios, y el reciente descubrimiento de otro grupo de fosas comunes es un indicio de esta cruel realidad.