El procurador general de República Dominicana dijo que no hay planes para investigar las denuncias de que un traficante de drogas convicto financió la campaña de un expresidente; el más reciente capítulo de una larga historia que ilustra los profundos niveles de corrupción en el país.
La semana pasada, Quirino Paulino Castillo —uno de los narcotraficantes más conocidos de República Dominicana— dijo que había prestado alrededor US$4,5 millones al expresidente Leonel Fernández. Paulino también dijo que había escrito una carta a Fernández exigiendo el pago de un préstamo de US$222.000.
Fernández, quien se desempeñó como presidente de República Dominicana en dos ocasiones, ha negado las acusaciones. Según Diario Libre, el procurador general del país dijo recientemente que en el momento no puede decir si va a iniciar una investigación. Agregó que las autoridades dominicanas no examinarán las afirmaciones de Paulino, a menos que reciban de sus homólogos de Estados Unidos evidencias que sugieran la existencia de un presunto vínculo entre Paulino y el expresidente.
Paulino fue extraditado a Estados Unidos en 2005, tras ser detenido con un alijo de 1,3 toneladas de cocaína destinadas a Estados Unidos. Fue liberado de prisión el año pasado, pero todavía reside en Estados Unidos.
Análisis de InSight Crime
Las razones por las cuales Paulino está haciendo estas denuncias de corrupción contra Fernández casi 10 años después de su arresto y extradición a Estados Unidos son un misterio.
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Hay quienes han dicho que Paulino simplemente está tratando de desprestigiar a los que se encargaron de desmantelar su organización criminal y de confrontar al crimen organizado dominicano. Sin embargo, Paulino afirma que la situación económica de su familia es desesperada y que necesita recuperar el dinero que presuntamente le prestó a Fernández. Mientras tanto, la Procuraduría General de República Dominicana ha dejado claro que, por ahora, no tiene la intención de indagar detalladamente sobre sus afirmaciones.
Sin bien es comprensible que las acusaciones de un narcotraficante convicto contra los responsables de su caída carezcan de legitimidad, éstas no son del todo inverosímiles. Paulino se desempeñó anteriormente como capitán del ejército del país e hizo donaciones a varias campañas y causas políticas en República Dominicana, antes de su captura en 2004.
República Dominicana ha luchado contra la corrupción durante mucho tiempo, y el papel del país en el tráfico transnacional de drogas ha corroído las instituciones públicas. De hecho, es posible que el capítulo final de la historia de Paulino aún no esté escrito, y que sus acusaciones contra Fernández resulten tener peso.