El caso de alto perfil, de una reina de belleza asesinada en Venezuela, ha sido declarado resuelto, con la capacidad de las autoridades para actuar de manera eficiente sólo enfatizando el nivel extremo de impunidad en el país.
Los asesinatos del 6 de enero, de Miss Venezuela 2004, Mónica Spear, y su ex marido británico Thomas Henry Berry, provocaron conmoción en todo el país y provocaron que el presidente Nicolás Maduro declarara públicamente que tendría un interés personal en ver el caso resuelto.
La pareja fue asesinada durante un robo mientras estaba siendo asistida, después de que su auto se averiara en una carretera en el estado de Carabobo, a aproximadamente 160 kilómetros al oeste de la capital, Caracas.
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Aunque rápidamente se realizaron cinco detenciones después de los asesinatos, las autoridades anunciaron que un total de siete personas habían sido detenidas. Todas ellas eran presuntos miembros de una banda conocida como "Los sanguinarios del Cambur", informó El Tiempo.
La rápida resolución del crimen llega con un telón de fondo de la abrumadora impunidad en Venezuela, con 92 de cada 100 asesinatos sin resolverse, según los expertos, un hecho que inspira a los jóvenes venezolanos a participar en la delincuencia debido a los altos beneficios y los bajos riesgos que involucra, informó AFP.
Análisis de InSight Crime
Aunque es probable que la aparente resolución de este caso sea elogiada por Maduro, el hecho de que las autoridades sean capaces de actuar con tanta rapidez cuando lo necesitan sólo pone de manifiesto la ineficacia de las fuerzas de seguridad y la politización de la delincuencia en el país.
Dado el nivel extremo de impunidad, los robos en Venezuela suelen ir seguidos del asesinato, con los delincuentes prefiriendo no dejar testigos y enfrentando poco temor de ser capturados por los homicidios. El crimen violento se ha disparado fuera de control en los últimos 15 años, con la AFP reportando que más de 24.000 personas fueron asesinadas en 2013, en comparación con sólo 4.550 en 1998 -el año en el que el predecesor de Maduro, Hugo Chávez, llegó al poder. Como se ha destacado por la AFP, esta tendencia no se ha detenido con los 21 planes de seguridad que se han puesto en marcha desde que Chávez asumió el cargo.
Parte del problema es el terrible pago de los funcionarios de los servicios de seguridad, agravado por una inflación descontrolada como resultado de la mala gestión económica. Mientras tanto, Chávez alimentó una cultura de extrema división social entre ricos y pobres, que persiste hasta ahora. Con la inflación y la inseguridad mostrando señales de que no van a disminuir, es difícil ver cómo Maduro va a poder detener la caída del país hacia el caos.