El descubrimiento de una organización de crimen cibernético en Brasil, que podría haber robado miles de millones de dólares a usuarios de Internet, es probablemente el robo electrónico más grande jamás registrado, lo que ilustra la inmensa magnitud de esta creciente actividad criminal.
La estafa -que fue descubierta por RSA Security, que forma parte de la empresa de tecnología de la información EMC Corporation- logró robar un estimado de US$3,9 mil millones en transacciones en línea, informó Reuters. No está claro qué porción fue robada con éxito por los presuntos delincuentes pero, según The New York Times, incluso la mitad del valor haría de este el robo electrónico más grande de la historia.
Los criminales al parecer tuvieron como blanco las transacciones realizadas a través de Boleto Bancario –un popular método de pago en línea en Brasil- contaminando los computadores con malware, informó IG São Paulo.
El malware entró en los computadores a través de correos electrónicos y redirigió el dinero de las transacciones realizadas en línea a cuentas bancarias controladas por los delincuentes cibernéticos.
Según RSA Security, los criminales siguen activos y pudieron haber comenzado a operar desde finales de 2012. Hasta el momento 192.227 personas y 495.793 operaciones se han visto afectadas.
Análisis de InSight Crime
El crimen cibernético está creciendo rápidamente en Latinoamérica, que es una región atractiva para los delincuentes cibernéticos debido a las débiles medidas de seguridad electrónica y a un creciente número de usuarios de Internet.
Brasil ha sido uno de los países más afectados de la región, junto con México y Argentina. Según un informe publicado por RSA Security (pdf), Brasil fue el décimo en el mundo y segundo en Latinoamérica por pérdidas estimadas del phishing o fraude electrónico –robo de información financiera o personal en línea- que le costaron al país un estimado de US$ 86 millones en 2013.
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La creciente popularidad de la banca en línea y del comercio electrónico, así como un estimado de 107 millones de usuarios de Internet -más de la mitad de la población del país- han hecho que Brasil sea especialmente vulnerable a los crímenes cibernéticos. Según la Federación Brasileña de Bancos (Febraban, por sus siglas en portugués) los crímenes electrónicos cuestan al país alrededor de US$700 millones al año.
En respuesta a la creciente amenaza, Brasil implementó una nueva ley en abril de 2013, la cual designa a los crímenes cibernéticos como un delito punible, que puede ser castigado con hasta dos años de prisión. Sin embargo, la ley ha sido criticada por ser demasiado indulgente, y algunos expertos han advertido que sin una mayor cooperación regional, los delincuentes cibernéticos simplemente se enfocarán en los usuarios de Internet de otros países.