El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo que buscará impedir la extradición a Estados Unidos de los líderes de la guerrilla de las FARC; una apuesta que avivará los ánimos de la vehemente oposición del país, pero a la cual Estados Unidos podría estar abierta.
“Nadie te va a entregar las armas para irse a morir a una cárcel norteamericana, eso es totalmente irrealista”, dijo Santos en una entrevista con el diario español El País. “Es una responsabilidad mía en mis relaciones con los Estados Unidos de buscarle una solución a eso”, agregó.
Cuando se le preguntó acerca de cómo los líderes guerrilleros podrían ser castigados en Colombia, Santos fue menos directo, indicando la dificultad de trazar una línea divisoria entre la justicia y la paz, y añadió que lo primero no debe impedir lo segundo. Santos dejó abierta la posibilidad de arresto domiciliario en lugar de prisión para los líderes de la guerrilla, lo que calificó como "algo donde pudiéramos ponernos de acuerdo”.
Análisis de InSight Crime
El gobierno de Santos ha estado oficialmente en negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el grupo guerrillero de izquierda más grande del país, durante más de dos años. La manera como los líderes guerrilleros deberán rendir cuentas por los presuntos actos de terrorismo y las actividades de narcotráfico en las que incurrieron durante más de 50 años de conflicto ha sido un tema de suma importancia a lo largo de las conversaciones. El asunto se complica por las solicitudes de extradición de varios líderes de las FARC, principalmente relacionados con el tráfico de drogas, así como por aquellos que ya se encuentran presos en Estados Unidos.
Si bien ningún funcionario estadounidense se ha referido aún a los comentarios de Santos, es posible que éstos consideren ser flexibles con las órdenes de extradición. Por un lado, Colombia representa un aliado regional clave y es el principal receptor de asistencia e inversión estadounidense, y por otro lado Estados Unidos ya ha dado señales de disminuir sus ataques contra la guerrilla. Según los informes, el enviado especial de Estados Unidos Bernard Aronson se reunió con miembros de la delegación de las FARC el 28 de febrero y el 1 de marzo, pero hasta el momento se conocen pocos detalles sobre la reunión a puertas cerradas en Cuba.
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Sin embargo, aunque Estados Unidos pueda estar dispuesto a trabajar con Santos, el presidente aún se enfrenta a la oposición ultraconservadora liderada por el expresidente Álvaro Uribe, quien recientemente visitó Estados Unidos en lo que pareció un intento de generar oposición entre los legisladores estadounidenses acerca de las conversaciones de paz con las FARC.
Como parte del proceso de paz propuesto por Colombia, cualquier acuerdo alcanzado entre las FARC y el gobierno también debe ser sometido a votación del pueblo colombiano, por lo que la batalla de relaciones públicas es extremadamente importante y la participación de Estados Unidos es potencialmente influyente.