Los asesinatos relacionados al tráfico de drogas y los tiroteos de pandillas, están alimentando los temores de que el pacto criminal que ha reducido a niveles históricos la violencia en la segunda ciudad de Colombia, Medellín, podría estar expirando.
En las últimas semanas, ha habido una serie de tiroteos y asesinatos en Medellín que han dejado varias personas muertas, en algunos de los enfrentamientos criminales más abiertos desde que las organizaciones criminales rivales de la ciudad, la Oficina de Envigado y los Urabeños, acordaron un cese al fuego el año pasado.
La violencia se ha centrado en las Comunas 4 y 5 en la zona norte de la ciudad, que son el hogar de algunas de las organizaciones criminales locales más poderosas.
El 12 de junio, sicarios asesinaron a Wilmar Alexis Metaute Zapata, alias "Pichi Calvo", un líder de alto rango de la mafia de la ciudad la Oficina de Envigado, con lazos en esa parte de la ciudad.
Apenas unos días antes, la policía capturó a otro miembro de alto rango de la Oficina de Envigado, Didier de Jesús López Ríos, alias "Tuto" en la misma zona. Se cree que Ríos es el líder de "La Unión", una de las organizaciones criminales de tamaño medio, conocidas como "oficinas de cobro”- oficinas de recaudación de deudas- que en conjunto conforman la Oficina de Envigado. La policía dice que él jugó un papel central en la negociación de la tregua con los Urabeños.
Ambos hombres también han sido vinculados con actividades criminales en la Comuna 15.
Análisis de InSight Crime
En 2013, la Oficina de Envigado y los Urabeños llegaron a un acuerdo para poner fin a su costosa guerra por la ciudad, comprometiéndose a poner fin a las hostilidades, aceptar los límites territoriales y buscar la cooperación en actividades criminales.
El impacto fue casi inmediato, con la tasa de homicidios de Medellín cayendo a niveles mínimos, que no se habían visto desde la caída de Pablo Escobar.
VEA TAMBIÉN: Perfil de la Oficina de Envigado
Sin embargo, ha habido crecientes señales de que la paz no es duradera. La parte de Medellín que actualmente es el foco de gran parte de la violencia, fue una de las primeras en ser testigo de violaciones al cese al fuego, y ha sido inestable desde el inicio del año.
Las tensiones no se limitan a esa área. Fuentes en el terreno, en otros puntos de conflicto de la ciudad, han dicho a InSight Crime que la paz entre las pandillas ha comenzado a romperse y que los residentes en los territorios en disputa se están preparando para nuevos enfrentamientos.