Tras el colapso de la tregua entre pandillas en El Salvador, las autoridades han dicho que la pandilla MS13 está profundizando su control sobre las rutas de migración ilegal en México; una posible señal de las crecientes capacidades transnacionales que advirtieron tanto las autoridades salvadoreñas como estadounidenses.
Las células de la Mara Salvatrucha (MS13) están tratando de establecer el control sobre las rutas utilizadas por los migrantes en diversos lugares del estado de Chiapas, en la frontera con Guatemala. Ellos tienen como blanco a los inmigrantes indocumentados para extorsión y secuestro, entre otros delitos, informó Proceso.
Según el fiscal especial de Atención a Migrantes de Chiapas, Alejandro Vila, ya ha habido una serie de enfrentamientos entre estas células y sus rivales del Barrio 18, también presente en la zona.
Vila dijo que la renovada presencia de la MS13 fue el resultado de la reactivación del tren de carga "La Bestia", comúnmente utilizado por los migrantes centroamericanos que se dirigen hacia el norte. Se habían suspendido las operaciones del tren debido a los daños provocados por un huracán.
El informe llega poco después de que el nuevo presidente de El Salvador -quien asumió el cargo el 1 de junio- declarara que la tregua entre la MS13 y Barrio 18 había "fracasado". Justo antes del anuncio, la pequeña nación centroamericana vio un retorno a las tasas de homicidios récord, con 30 homicidios registrados en un solo día.
Análisis de InSight Crime
La tregua entre las pandillas de El Salvador, en un principio reconocida por reducir casi a la mitad la tasa de homicidios del país, fue abandonada por el gobierno que ayudó a negociarla. Los homicidios han aumentado constantemente desde mediados de 2013, y los críticos de la tregua -en particular el ministro de Seguridad Ricardo Perdomo- han afirmado que las pandillas simplemente utilizan la iniciativa para fortalecerse y aumentar su participación en el tráfico de drogas transnacional.
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Estados Unidos ya había dado un pronóstico similar para la MS13 a finales de 2012, cuando designó al grupo como una organización criminal transnacional, citando actividades como el narcotráfico, el tráfico de personas y el tráfico sexual.
La estructura de la MS13 se ha descrito anteriormente como una red flexible y descentralizada, con operaciones altamente localizadas. Sin embargo, ha habido señales de una estructura de mando cada vez más sofisticada e integrada, incluyendo interacciones entre los líderes en Estados Unidos y los miembros salvadoreños.
Si la MS13 está aumentando su presencia en la región de la frontera sur de México, esto podría ser otro indicio del aumento en el alcance transnacional. Aunque la pandilla siempre ha estado involucrada en el secuestro y en la extorsión de migrantes, el informe actual sugiere un control significativo sobre una gran superficie, lo que exigiría una cierta coordinación. Sin embargo, quizá es fácil sobreestimar la cohesión de la MS13, que no es una organización dirigida de forma centralizada y coordinada, sino más bien una franquicia de pandillas afiliadas, que a veces pueden trabajar juntas.