Los vínculos del exteniente de la policía de Miami Ralph Mata con el tráfico de armas y drogas, así como con el lavado de dinero, muestran lo importante que puede ser un agente de policía de alto rango en una organización narcotraficante.
Según Miami Herald, Mata —quien alguna vez se refirió a sí mismo en un mensaje de texto dirigido a sus jefes criminales como “el lechero”— se declaró culpable de tres cargos federales el 31 de marzo en Nueva Jersey, entre los que se incluyen lavado de dinero y conspiración para tráfico de narcóticos, y enfrenta entre 10 años de prisión hasta cadena perpetua (vea los cargos en pdf).
Mata llevaba una sorprendente doble vida. En la policía tuvo varios cargos importantes, como la división de asuntos internos. Pero también formaba parte de una organización de tráfico de drogas (DTO por sus iniciales en inglés) que traficaba cocaína desde Ecuador y a través de República Dominicana hacia Estados Unidos en contenedores que llevaban diversos productos, por ejemplo bananos, según la denuncia oficial (pdf) del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus iniciales en inglés).
Mata al parecer estaba muy involucrado en las operaciones de la DTO. La denuncia oficial del FBI establece que él participó en la planeación y el pago parcial del asesinato de miembros de otra organización criminal rival. El plan incluía que portara el uniforme de policía para dar el golpe, pero los cabecillas decidieron no avanzar en su cometido, dice la denuncia.
Mata también usó sus nexos y su credibilidad al interior de la policía para traficar armas, según se afirma en la denuncia. En 2012, usó su identificación para adquirir una pistola y un rifle Sig Sauer. Ambas armas fueron halladas en República Dominicana durante los arrestos de los miembros de la DTO.
Después, usó su acceso para investigar la incautación de US$419.000 en efectivo de ganancias de narcóticos en el condado Bergen de Nueva Jersey, un bastión de la DTO. Haciendo uso de sus propias fuentes, halló que por lo menos parte del efectivo había sido robado por un agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en ingles). La denuncia no establece si el agente de la DEA fue investigado.
La denuncia también detalla cómo Mata pudo haber usado información obtenida a través de su trabajo para determinar los momentos idóneos para traficar drogas en el puerto de Miami (especialmente cuando la guardia costera se encontraba en entrenamiento) y ofrecía llevar la droga de Florida a Nueva Jersey con un K-9 policial, explicándoles a los cabecillas de la DTO que, en caso de ser detenido, podría decir que iba a un entrenamiento de K-9.
Además, Mata viajaba solo o con otros miembros de la organización para recoger y transportar las ganancias obtenidas con el tráfico de drogas, incluyendo al menos un viaje hacia República Dominicana desde Nueva York, afirma la denuncia.
Cuando la policía incautó 160 kilogramos de cocaína y arrestó a varios miembros de la organización, Mata usó sus contactos en la policía para averiguar la situación y la gravedad del caso.
Análisis de InSight Crime
El caso, que parece ser pequeño en términos de dinero y cantidad de cocaína, ilustra las numerosas formas en las que un grupo criminal puede usar a un policía de alto mando como contacto.
La denuncia menciona al menos seis tipos de trabajos que Mata hacía para el grupo, que incluían desde servicios de custodia hasta trabajos manuales, recolección de información e investigaciones internas.
La amplia gama de labores que Mata ejecutaba no es algo peculiar y muestra por qué, cuando una DTO monta una cadena de distribución de Buenos Aires a Nueva Jersey, el primer trabajo por hacer es cooptar a la policía.