Un haitiano buscado por la DEA por narcotráfico y lavado de dinero fue elegido senador en su país, lo que ilustra la perversa desconexión entre la ley u los legisladores en el país isleño.
Los resultados preliminares de las elecciones al senado en la provincia de Grand Anse en Haití, que se realizaron el 20 de noviembre, indican que Guy Philippe obtuvo un escaño por seis años en el órgano legislativo, informaron The Guardian y otros medios de noticias.
El diario británico señaló que Philippe, exoficial de policía, que habla cuatro idiomas y en 2004 participó en un intento de golpe contra el entonces presidente Jean-Bertrand Aristide, no solo ha sido acusado de ejecuciones extrajudiciales por Human Rights Watch, sino que también tiene una orden de captura pendiente del gobierno estadounidense por conspiración para importar cocaína y lavado de dinero. También aparece en la lista de los más buscados de la Administración para el Control de las Drogas (DEA), División de Miami.
Además de estas acusaciones en Estados Unidos, se dice que Philippe enfrenta una orden de captura en Haití por su presunta participación en el ataque contra la estación de policía Les Cayes, en mayo de 2016. Uno de los asaltantes detenidos afirmó que Philippe había organizado el ataque.
Análisis de InSight Crime
Haití ha sido por largo tiempo un centro para el narcotráfico y los narcotraficantes. La relación de los criminales con el poder, sin embargo, por lo general es menos visible y obvia que la que ha mantenido Philippe por largo tiempo.
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Philippe organizó una facción rebelde en 2004, en la provincia de Gonaives, fuera de control con múltiples tratando de derrocar al entonces presidente Aristide. Después de que Aristide fuera llevado fuera del país en lo que para muchos observadores fue un golpe de estado de Estados Unidos, Philippe intentó tomar posición para subir al poder. Se presentó a la campaña presidencial en 2006, pero perdió por una gran ventaja.
Luego sufrió el aislamiento político. Sus enemigos aprovecharon. En 2007, la DEA y las autoridades haitianas trataron de capturarlo y fallaron, pero lo obligaron a replegarse en su ciudad natal, Pestel, según un reportaje del New York Times.
Hacia 2016, se había reposicionado como traficante de influencias, y al parecer amenazó con otra rebelión. En lugar de eso, se lanzó al senado y ganó. Su página de Facebook mostraba una fotografía de un satisfecho Philippe junto con una imagen de los resultados oficiales, con un mensaje.
"Mis queridos compatriotas", escribió, "Juntos vamos a alcanzar y vivir un acto de fe patriótico".