Un sicario disfrazado de payaso asesinó al hermano mayor del clan que manejaba el otrora poderoso Cartel de Tijuana de México, planteado la pregunta: ¿por qué alguien atacaría a uno de los últimos miembros de un cartel moribundo?

Francisco Rafael Arellano Félix asistía a una fiesta de niños en Los Cabos, Baja California Sur, el 18 de octubre, cuando un asesino no identificado entró y le disparó en la cabeza y el pecho, informó Proceso. La Procuraduría General de Justicia del estado confirmó más tarde la identidad de la víctima.

Según las autoridades, el homicidio es considerado como un delito común y será investigado a nivel local, ya que Arellano Félix no estaba bajo investigación por ningún delito federal al momento de su asesinato, informó El Universal.

Análisis de InSight Crime

Francisco Arellano era el hermano mayor del clan de los Arellano Félix, la familia responsable de lo que alguna vez fue una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas de México: el Cartel de Tijuana.

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Fue detenido por primera vez en California en 1980 por vender cocaína a un agente encubierto de la DEA, y después de pagar una fianza, huyó a México. Fue nuevamente arrestado en México en 1993 y condenado a diez años de prisión. Poco después de cumplir su sentencia, fue extraditado a Estados Unidos en 2006, pero fue liberado antes de completar una sentencia de siete años de prisión, por buena conducta.

La falta de cargos actualmente contra Arellano parece indicar que ya no era una personalidad importante en la escena de las drogas de México, o en el cartel, al momento de su muerte. El homicidio pudo haber sido un ajuste de cuentas de la sangrienta disputa que se produjo con sus rivales durante el apogeo del cartel. No obstante, las autoridades también reportaron recientemente la aparición de una narcomanta colgada en Tijuana firmada por el “Nuevo Cartel de Tijuana”, lo que podría significar que hay nuevos actores trabajando en la zona.

El fracaso del cartel, hasta el momento, para tomar represalias por la muerte de Arellano es otra posible señal de debilidad. En agosto, un agente de la DEA afirmó que el Cartel de Tijuana estaba “terminado”, tras la condena de Eduardo Arellano Félix, quien fue arrestado en 2008. El clan ha sufrido numerosos arrestos, y la muerte de dos de los principales miembros, en la última década. En la actualidad está liderado por un sobrino de los hermanos, Fernando Sánchez Arellano y sigue funcionando ayudado por una alianza con los antiguos rivales del Cartel de Sinaloa.