Grandes cantidades de cocaína presuntamente llegan a Puerto Rico a través de submarinos procedentes de Venezuela, lo que evidencia la evolución de las tácticas utilizadas por los narcotraficantes y la creciente importancia del territorio estadounidense como un punto de tránsito de cocaína.
Durante un análisis del presupuesto de un plan de lucha contra las drogas promulgado en enero, el representante del gobierno Antonio Soto, dijo que la estrategia ha fracasado en interceptar las drogas que llegan en submarinos procedentes de Venezuela. Soto también señaló que el plan - conocido como "Escudo Costero" - no monitorea el área de las islas de Vieques y Culebra, en la costa de Puerto Rico, a pesar de que los submarinos utilizan esta zona como un punto de entrada, según el jefe de la Guardia Nacional de Puerto Rico, Juan Medina Lamela.
Las autoridades dicen que los narcotraficantes utilizan dos tipos de submarinos: uno que viaja en aguas profundas y otro que se mueve cerca a la superficie.
El la estrategia antinarcóticos Escudo Costero ha incluido el despliegue de la Guardia Nacional a lo largo de la costa, y la implementación de un sistema de radar para lograr una mejor vigilancia del tráfico aéreo.
Análisis de InSight Crime
La presión sobre la frontera entre Estados Unidos y México ha hecho que Puerto Rico se convierta en un punto de tránsito cada vez más importante para la cocaína que va hacia Estados Unidos. Esto refleja una tendencia general, en la cual el narcotráfico en general parece estar aumentando en el Caribe, como señalaron militares de Estados Unidos. El estatus de Puerto Rico, como un territorio de Estados Unidos, hace que este país sea un destino muy atractivo, ya que aumenta la facilidad con la que las drogas pueden llegar a la parte continental de Estados Unidos.
En reacción a la presión de la policía, las organizaciones narcotraficantes han demostrado una inmensa capacidad de adaptación, y han cambiado frecuentemente sus rutas, tácticas y medios de transporte. Las autoridades han informado que los traficantes del Caribe ahora disminuyen la velocidad de sus lanchas rápidas a la velocidad de los barcos de pesca para que sea más difícil de detectarlos. Mientras tanto, en República Dominicana, una ofensiva contra los traficantes se mueven cargamentos de droga por vía aérea se ha traducido en el aumento del uso de las rutas marítimas para mover las drogas. Si las organizaciones narcotráficantes en realidad se han vuelto dependientes de los submarinos y los semi-sumergibles para transportar el producto a Puerto Rico, lo más probable es que vean este medio de transporte como la nueva y más eficaz forma de evitar la atención de las autoridades.