Fue detenido en España la mano derecha del presunto capo británico de la droga Robert Dawes —acusado de tráfico desde Suramérica hasta Europa—. La Guardia Civil Española puso en custodia al holandés Emiel Brummer en la costa de Málaga, España, en una operación conjunta con la policía holandesa y con ayuda de Interpol.
Sus investigaciones revelaron que Brummer, de 42 años, viajaba con frecuencia a esa ciudad para reunirse con Dawes antes del arresto de este último en noviembre de 2015. Las visitas se hacían con el objeto de recibir “instrucciones en relación a la rama de tráfico y distribución de drogas que llegaban a puertos europeos”, especialmente a Amberes, en Bélgica, y Rotterdam, en Holanda, según un comunicado de la Guardia Civil Española, emitido el 16 de junio.
La guardia dice que Brummer se reunía con frecuencia con capos de carteles suramericanos en Holanda para negociar operaciones de narcotráfico que usaban el canal de la droga de sus países a Europa. También es sospechoso de participar en 15 homicidios, por lo menos en los últimos tres años.
No se especificó la fecha de detención de Brummer. Las notas de prensa europea afirman que la captura ocurrió en abril, pero la oficina de prensa de la Guardia Civil Española informó a InSight Crime que su detención era mucho más reciente. El individuo fue extraditado de España a los Países Bajos, donde se encuentra retenido.
El jefe de Brummer, Dawes, tiene 44 años de edad y es originario de Nottingham, Reino Unido. Se lo acusa de dirigir la "mayor organización criminal dedicada al narcotráfico, el lavado de dinero y el asesinato” en Europa.
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Conocido como "el general" en los tribunales británicos, la policía inglesa cree que Dawes es responsable del ingreso de millones de dólares en cocaína, heroína y marihuana de Suramérica a todo el continente europeo y al Reino Unido.
Dawes fue detenido en su residencia en Costa del Sol, España, en una incursión en 2015, y se encuentra retenido por las autoridades francesas por sospecha de narcotráfico y posible participación en una serie de asesinatos en los Países Bajos.
Una investigación de la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA, por sus iniciales en inglés) del Reino Unido, dio lugar a la detención de ocho asociados suyos a comienzos de 2015 luego de que las autoridades francesas se incautaran de 1,3 toneladas de cocaína ocultas en maletas que iban en un vuelo de Air France que cubría la ruta Caracas y París.
Análisis de InSight Crime
El arresto de Brummer, su jefe Dawes y otros socios indica que las autoridades españolas están cerrando el cerco al menos sobre varios operadores importantes que se benefician del canal de la cocaína entre Suramérica y Europa.
Las historias de prensa sugieren que se está intensificando la violencia en torno al movimiento de cocaína por las ciudades europeas, y tiene sentido Dawes sea originario del Reino Unido. La droga proveniente de Suramérica se cotiza a un precio mucho más alto en las calles británicas que en otros lugares de Europa, según la NCA.
La cocaína puede venderse por US$56.000 el kilo en el Reino Unido, en oposición a US$33.700 en los Países Bajos.
Es posible que Brummer se reuniera con agentes de carteles de Colombia, Brasil y Venezuela, todos los cuales se clasifican como "puntos de partida claves" para la cocaína con destino a los mercados ilegales de la droga en Europa, según un informe reciente.
La droga se transforma en contenedores, yates privados o por aire desde esos países, según el informe del Centro Europeo de Monitoreo en Drogas y Drogadicción (OEDT).
Los métodos de tráfico están evolucionando para evitar la interdicción, y el uso de contenedores en embarcaciones comerciales crece a medida que las redes criminales corrompen a los agentes portuarios en el continente europeo para que dejen pasar sus cargamentos. Los decomisos en contenedores de barco han aumentado un 600 por ciento desde 2006.